jueves, 11 de abril de 2013

La poesía concebida como un guión de cine mínimo

 
 
EL ÚLTIMO CASO
DEL INSPECTOR
 
El lugar del crimen
no es aún el lugar del crimen:
es sólo un cuarto en penumbras
donde dos sombras desnudas se besan.
 
El asesino
no es aún el asesino:
es sólo un hombre cansado
que va llegando a su casa
un día antes de lo previsto,
después de un largo viaje.
 
 
 
La víctima
no es aún la víctima:
es sólo una mujer ardiendo
en otros brazos.
 
El testigo de excepción
no es aún el testigo de excepción:
es sólo un inspector osado
que goza de la mujer del prójimo
sobre el lecho del prójimo.
 
 
 
El arma del crimen
no es aún el arma del crimen:
es sólo una lámpara de bronce apagada,
tranquila, inocente,
sobre una mesa de caoba.
 
(Poema escrito por Luis Rogelio Nogueras)
 
 
Luis Rogelio Nogueras
(La Habana, 1944 - 1985)

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