No has de sufrir si escuchas
de mis quince años el cantar
y ausente estés de las cosas
que mi adolescencia fue a soñar.
que mi adolescencia fue a soñar.
Capricho fue que, sin querer,
ya preparaba este amor.
Por eso así yo te lo cuento
y te lo canto a media voz.
Y mis manos en tu cintura,
pero mírame con dulzor,
porque tendrás la aventura
de ser tú mi mejor canción.
ya un algo tuyo yo busqué.
Y cuando, al fin, yo te hallé
en tu besar ya pude comprender
que eras tú la fábula
que iluminaba mi soñar.
Mas este amor es una pena
que siendo hermoso tenga un final.
Y mis manos en tu cintura,
Y mis manos en tu cintura,
pero mírame con dulzor,
porque tendrás la aventura
de ser tú mi mejor canción.
(Canción escrita e interpretada por Adamo en 1966)
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