Sergio Fernández Salvador
(León, 1975)
A UNA HOJA
Era de falso plátano, resuelto
ya el flavo terso en apagado ocre.
Huérfana ya de rama,
en el aire sereno bailaba suspendida,
yo no sé si jugando con el viento
o prisionera de él. Abarquillada,
parecía porfiar por no caer,
como mano crispada que aferrárase
a su vida del aire. (Tantas ya daban tumbos
por la otra, la del suelo, la peregrina errante...).
A mí solo me hablaba. Nadie más
allí había. Hasta el tiempo se diría
que se había olvidado de nosotros.
A aldabonazo hondo sonó el golpe.
Ya rodaba a su invierno y no supe decirle
que comprendía su angustia, que también
busco yo quien me diga cuando caiga
que vuelto humus o alma tendré casa en la tierra
y volveré a ser sueño y primavera.
LLUVIA
No es Dios quien por nosotros apenado
desde el alto refugio de la vigilia eterna
las aceras salpica con su llanto.
Bien lo saben las madres que se fueron.
COLECCIÓN DE MARIPOSAS
Abrir juntos el tarro,
quitar el algodón, seco ya el éter,
y sacarlas despacio, y en silencio admirar
cómo el padre con lentos alfileres
las prendía extendidas sobre el polietileno,
era sólo el final de la aventura.
Mariposa del madroño
(también conocida como "Bajá de cuatro colas", dos en cada ala)
(Charaxes jasius)
Lepidóptero ditrisio de la familia nymphalidae
que habita en los países de la cuenca mediterránea
En los eternos días de veranos eternos
íbamos en su busca. Del maletero huésped,
el cazamariposas —uno más—
en la espera soñaba nuestro sueño:
la Pavón diurna a orillas del Curueño
—la de ocelo naranja y la de ocelo rojo—,
la legendaria Bajá de dos colas
entrevista en el parque Güell, la Tornasolada
cerca de la herrería de Compludo,
la Gitana, alma en pena, aburriendo a un neón
en los baños inhóspitos de un camping
y un luminoso etcétera.
Hoy duermen en sus cajas sueño eterno.
¿En qué urna guardáramos,
intacta su belleza, así los sueños?
[Poemas escritos por Sergio Fernández Salvador y publicados en el libro titulado Lo breve eterno, Sevilla, La Isla de Siltolá, 2013, 1ª edición, (colección "Tierra"), pp. 61]
Portada de este delicado y exquisito poemario
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