La película es una adaptación de la novela "El marciano" escrita por el californiano Andy Weir que fue publicada como "e-book" en 2011
MARTE
(THE MARTIAN)
(2015)
El desierto jordano de Uadi Rum es el espléndido escenario que divisamos como si fuera el territorio marciano de Acidalia Planitia y el cráter de Schiaparelli donde se desarrolla la mayor parte de la película. Un paisaje que John Ford no hubiera desdeñado para filmar uno de sus épicos westerns gloriosos y de cuya influencia el director Ridley Scott no escapa. En cierto modo, estamos frente a un western de ciencia ficción. La NASA es el Fort Apache desde el que se dirigen las operaciones de conquista y rescate. La nave Ares III es el equivalente del 7º de caballería que salvará al hombre blanco de un medio hostil para que regrese sano y salvo a casa. El protagonista sufrirá una herida con un objeto punzante metálico como si fuera la flecha de un indio salvaje. El Rover articulado que le transporta hará las veces de caravana. Los enemigos sioux y comanches serán las condiciones materiales y climatológicas adversas en un planeta definido por la pintura de guerra roja.
El intríngulis de la trama consiste en recuperar a un ser humano que una misión espacial dejó atrás en Marte dándolo por muerto
El momento más poético de la película ocurre cuando el cosmonauta Mark Watney reflexiona:
"Vaya donde vaya, soy el primero.
Es una sensación extraña.
Si me bajo del explorador,
soy el primero que pisa ese suelo.
Si subo a esa colina,
soy el primero en hacerlo.
Durante 4.500 millones de años
nadie ha estado aquí.
Y ahora estoy yo.
Soy la primera persona
que está sola en todo un planeta."
Las panorámicas del planeta rojo son espectaculares
El realismo del film adolece de algunas imprecisiones y falsedades que se utilizan a mayor gloria del guion y para dotar de espectacularidad a la historia: las patatas que cultiva el protagonista con el fin de sobrevivir no darían fruto con la tierra marciana por la presencia de metales pesados y su naturaleza oxidante, el traje del astronauta colonizador del espacio que se muestra no protege de las radiaciones como debiera, las tormentas de arena en Marte no tendrían el efecto devastador mostrado porque su atmósfera es muy tenue, la idea de aprovechar la fuerza de gravedad de la Tierra para impulsar una nave no es ninguna idea original como para gritar "¡Eureka!", y las acrobacias que realizan los personajes dentro de la nave espacial no son posibles con la fluidez y elegancia expuestas.
Desgraciadamente, el cultivo de tubérculos con las características del suelo marciano necesita un tratamiento previo para que produzca algo
Dejando a un lado las minucias técnicas, este largometraje de dos horas y cuarto de duración incurre en la obediencia a la dictadura de lo políticamente correcto poniendo a dos ingenieros aeronáuticos negros (Donald Glover y Chiwetel Ejiofor), dos orientales (Chen Shu y Eddy Ko), y el consabido reparto de mujeres inflexibles (Jessica Chastain, Kate Mara, Kristen Wiig) o el detalle multiétnico y pintoresco de un hispano (Michael Peña). El experimentado Jeff Daniels interpreta al jefe de la Nasa Teddy Sanders como si no se lo terminara de creer, aparentando más bien ser un político cínico. Sean Ben hace el rol del subalterno Mitch Henderson como si actuara con desgana y lo hiciera por dinero. Matt Damon recuerda al Tom Hanks de "Náufrago" al dejarse la barba como corresponde a un Robinson Crusoe del universo. Está bien en su papel, alejado del narcisismo en el que podía haber incurrido dado su físico privilegiado. La banda sonora de la película es tan horrorosa que para disimularla hacen que el héroe de la cinta se la eche en cara a la comandante Melissa Lewis interpretada por Jessica Chastain.
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
No es muy creíble que, habiendo tantas pérdidas humanas en cualquier guerra, se haga un esfuerzo tan considerable por recuperar solamente una, pero sin esta línea argumental no habría epopeya fílmica
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