sábado, 7 de noviembre de 2015

Un poeta tanto más grande cuanto más humilde


Donald Justice
(Miami, 1925 - Iowa City, 2004)
Escritor, poeta y profesor de escritura creativa
Premio "Pulitzer de Poesía" en 1980
 
THE TELEPHONE NUMBER
OF THE MUSE
 
Sleepily, the muse said to me: “Let us be friends.
Good friends, but only friends. You understand.”
And yawned. And kissed, for the last time, my ear.
Who earlier, weeping at my touch, had whispered:
“I loved you once.” And: “No, I don’t love him,
not after everything he did.” Later,
rebuttoning her nightgown with my help:
“Sorry, I just have no desire, it seems.”
Sighing: “For you, I mean.” Long silence. Then:
“You always were so serious.” At which
I smiled, darkly. And that was how I came
to sleep beside, not with her; without dreams.
 
I call her up sometimes, long distance now.
And she still knows my voice, but I can hear,
beyond the music of her phonograph,
the laughter of the young men with their keys.
 
I have the number written down somewhere.
 
 
 
EL NÚMERO DE TELÉFONO
DE LA MUSA
 
Adormilándose, la musa me dijo: “Seamos amigos.
Buenos amigos, pero sólo amigos. Ya me entiendes.”
Y bostezó. Y me besó, por última vez, en la oreja.
Antes, llorando cuando la acariciaba,
había susurrado:
“Te quise una vez”. Y: “No, a él no lo amo,
después de todo lo que me hizo.” Más tarde,
mientras le ayudaba a cerrarse el pijama:
“Lo lamento, parece que no siento deseo ninguno.”
 
Entre suspiros: "Para usted, quiero decir."
Se prolongó un largo silencio. Después:
"Siempre has sido tan serio…" A lo cual
sonreí, sombríamente. Y así fue como llegué
a dormir a su lado, no sobre ella, sin sueños.
 
A veces la llamo, ya desde larga distancia.
Y aún reconoce mi voz, pero oigo,
más allá de la música del tocadiscos,
las risas de sus jóvenes amantes
jugando con las llaves de su casa.
 
Debo tener su número escrito en algún lado.
 
 
"Calíope"
Marcello Bacciarelli
(Roma, 1731 - Varsovia, 1818)
Pintor italiano
 
POEM
 
This poem is not addressed to you.
You may come into it briefly,
but no one will find you here, no one.
You will have changed before the poem will.
 
Even while you sit there, unmovable,
you have begun to vanish. And it does not matter.
The poem will go on without you.
It has the spurious glamor of certain voids.
 
It is not sad, really, only empty.
Once perhaps it was sad, no one knows why.
It prefers to remember nothing.
Nostalgias were peeled from it long ago.
 
Your type of beauty has no place here.
Night is the sky over this poem.
It is too black for stars.
And do not look for any illumination.
 
You neither can nor should
understand what it means.
Listen, it comes with out guitar,
neither in rags nor any purple fashion.
 
And there is nothing in it to comfort you.
 
Close your eyes, yawn. It will be over soon.
You will forge the poem, but not before
it has forgotten you. And it does not matter.
It has been most beautiful in its erasures.
 
O bleached mirrors! Oceans of the drowned!
Nor is one silence equal to another.
And it does not matter what you think.
 
 

EL POEMA DEL OLVIDO
 
Este poema no está dedicado a ti.
Puedes entrar en él por unos instantes,
pero nadie te va a encontrar aquí.
Lo que el poema era lo has cambiado desde antes.
 
Incluso cuando te sientas, inmutable,
has empezado a desvanecerte. Y no importa.
El poema seguirá sin ti adelante.
Tiene el brillo espurio de un cierto vacío.
 
No es triste, en realidad, sólo está carente de ti.
Una vez puede que fuera triste, sin saber por qué.
El poema prefiere no recordarte en absoluto.
Las nostalgias se le desprendieron
hace mucho tiempo.
 
Tu tipo de belleza no tiene cabida aquí.
La noche es el cielo sobre este poema,
un firmamento demasiado oscuro para las estrellas.
No busques en él  ninguna iluminación tuya.
 
Ni puedes ni sabrías entender lo que significa.
Escúchalo, viene sin acompañamiento de música
ni con adornos del último grito a la moda.
Y nada hay en él que sirva para consolarte.
 
Cierra los ojos. Tose. No temas: acabará pronto.
Tú vas a forjar este poema, pero no antes
de que él te haya olvidado. Y no importa.
Ha sido más hermoso en lo tachado.
 
¡Oh, espejos blanqueados y océanos de los ahogados!
Tampoco un silencio es igual a otro.
Y nada importa lo que pienses al respecto.
 
(Poemas escritos por Donald Justice
y traducidos por Andrés González Déniz)
 
 

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