domingo, 29 de mayo de 2016

Para los ignorantes que no saben ni cuánto ignoran

  
Gregorio Luri Medrano
(Azagra, Navarra, 1955)
Doctor en Filosofía por la Universidad de Barcelona
 
«LOS PADRES QUE QUIERAN
HIJOS FELICES TENDRÁN ADULTOS
ESCLAVOS DE LOS DEMÁS»
 
"Es mucho más sensato enseñar a nuestros hijos a superar las frustraciones inevitables que hacerles creer en la posibilidad de un mundo sin frustraciones
 
"La sociedad no tratará a los niños por el grado de felicidad que tengan, sino por aquello que sepan hacer"
 
"Lo que hay que hacer es amar a la vida, no a la felicidad. Y no se puede amar a las dos al mismo tiempo. Porque la felicidad solo se puede conseguir jibarizando a la vida. Es decir, por medio de la idiocia"
 
"La vida es compleja, llena de incertidumbres, y con un sometimiento terrible al azar"
 
"Hay un sector de educadores postmodernos que se han convertido en el aliado más fiel de la barbarie, pues lo que hacen es ocultar la realidad y sustituirla por una ideología buenista, acaramelada, de un mundo de «teletubbies"
 
"Considero ese discurso bonito de la educación en valores como un fomento de la náusea en lugar del apetito. Les intentamos inculcar a nuestros alumnos lo mal que se han de sentir ante determinadas conductas, pero no les impulsamos a dar ejemplo, es decir, a manifestar sus valores en sus conductas"
 
"La excelencia es un concepto que cada vez genera más reticencias en la escuela al mismo tiempo que es cada vez más demandado en sociedad, incluso por los pedagogos cuando van al dentista"
 
 
Los niños imponen su visión "teletubbie" de la realidad para postergar el momento en el que tendrán que llevarse los sopapos que la realidad les dará. No ven lo que es sino lo que quieren ver
 
"La escuela ha sacralizado la equidad. Nadie pone en cuestión este principio socialdemócrata, ¿pero una equidad que no garantice la movilidad social, puede dejarnos satisfechos?"
 
"Para un pobre será más relevante que pueda haber movilidad social que equidad, pero claro, un sistema educativo con todos con un cuatro es muy equitativo. Los sistemas de éxito dan más excelencia que deficiencia, porque incrementan el capital social. Si producen más deficiencia que excelencia, o importan excelencia o tendrán un problema con su desarrollo futuro"
 
"La escuela tradicional estaba concebida como un puente de confianza entre la familia, donde el niño es querido incondicionalmente por ser quien es, y la sociedad, donde somos valorados condicionalmente, según lo que sepamos hacer. No tengo claro que la escuela sepa hoy cuál es su función"
 
"Me resulta mucho más atractiva la valentía, el coraje de afirmar la vida. Algo que ha sido, por otra parte, la gran tradición occidental desde Homero hasta hace dos días: querer a la vida a pesar de que esta es injusta, tacaña, austera"
 
"Hay que tener claro que lo contrario de la felicidad no es la infelicidad, es la realidad. Hay que asumir la complejidad del mundo. Como seres humanos nuestro deber no es ser felices, es desarrollar nuestras capacidades más altas"
 
"Estamos creando niños muy frágiles y caprichosos, sin resistencia a la frustración, y además, convencidos de que alguien tiene que garantizarles la felicidad. Y si alguien no se la garantiza, se encuentran ante una desgracia metafísica"
 
"Una escuela lo que tiene que ofrecer es la posibilidad de realizar trayectorias, no experiencias. Y en el caso concreto de los niños pobres, la posibilidad de cambiar de trayectoria, de liberarse, y de abrirse puertas"
 
 
Estamos malcriando niños caprichosos que ignoran lo que cuestan las cosas atiborrándolos de utensilios tecnológicos que les salen gratis
 
"En educación no se puede ser «progre» con los pobres. Si vuestros hijos van a una de esas escuelas en las que Bucay es el intelectual de referencia, competir está prohibido y cuando juegan todos ganan y nadie pierde, o se considera más importante educar emocionalmente que enseñar álgebra, entonces, manteneos vigilantes"
 
"El mundo, sea lo que sea, no es un fruto de nuestro deseo. Y está muy bien que no sea así, porque si no, cada uno tendríamos el nuestro"
 
"¿Para qué estamos preparando nosotros a nuestros hijos? Para ser felices, mientras las madres «tigre» chinas, por ejemplo, entrenan a sus hijos para que sean capaces de ir a cualquier universidad del mundo. Nos puede parecer que son demasiado estrictas, pero la realidad de los resultados de sus hijos nos obliga a no hacer demasiadas bromas con ellas, porque existe la posibilidad de que en el futuro sean los jefes de los nuestros"
 
"Hay escuelas, tanto públicas como privadas, que ponen gran entusiasmo en dejar bien claro que no son tradicionales. Viven en la fantasía de que una escuela no puede ser buena si no ha roto con la tradición pedagógica. Quieren ser exclusivamente escuelas del siglo XXI. No es raro que se definan a sí mismas con fórmulas retóricas muy sofisticadas detrás de las cuales no hay ningún contenido claro. Pienso en la psicología positiva, la educación emocional, las inteligencias múltiples... etcétera"
 
"Frente a esto, están las escuelas tradicionales, llenas de imperfecciones, sí, pero que acumulan una larga experiencia de ensayos y de errores que deberíamos tener en cuenta antes de jugarnos la educación de nuestros hijos a la única carta de nuestra ingenuidad"
 
"Con frecuencia la pedagogía beata añade a su propuesta de hacer felices a los niños algo que parece más serio: «hacerlos mejores personas». ¿Pero se puede ser mejor persona sin conocimientos, sin capacidad para mantener la atención, sin competencias, sin hábitos? ¿Se puede ser creativo sin tener conocimientos? ¿Y la memoria, es un estorbo para tener conocimientos?"
 
 
Hoy los alumnos manifiestan conocer los valores al dedillo pero en sus conductas demuestran la inutilidad de haberlos aprendido
 
"No existen ni la familia ni la escuela perfecta. Lo que hay que pensar es en el clima intelectual de la familia y en los hábitos de trabajo que reinan en ella. Éstos serán mejores indicadores del éxito o el fracaso escolar del niño que la escuela misma. Y desde luego, el trabajo diario de los niños nos predice con más fiabilidad su futuro éxito que la cantidad que paguemos de cuota escolar.
 
"No hay alternativa pedagógica a los codos"
 
"En contra de lo que se dice de que los padres han dimitido, pienso que están más preocupados que nunca, quizá demasiado"
 
"Ser adulto, o hacerse adulto, es aprender a querer a los que te rodean a pesar de que estén llenos de faltas"
 
"No consigues la autonomía personal
echando la culpa a alguien"
 
"Uno se motiva solo creando
el relato de su propia vida"
 
"Los niños ricos siempre están reforzando en casa lo que aprenden en la escuela, mientras que con los niños pobres hay muchas cosas que, si no las aprenden en la escuela, no las aprenden en ningún sitio"
 
"Un niño culturalmente rico escucha un promedio de 2.150 palabras por hora, mientras que el pobre apenas llega a las 620"
 
"Los que mejor leen, más aprenden, con lo que las diferencias se incrementan. El fracaso escolar es básicamente un fracaso lingüístico"
 
 
La igualdad progresista ha sido la máscara hipócrita con la que la izquierda ha disimulado su intención feudalista de mantener a las personas enclavadas gremialmente dentro del mismo estatus profesional, económico y social de sus progenitores
 
"Hay un profundo cinismo en la oferta de empatía a un niño pobre, porque no le ayuda nada a buscar salidas a su miseria. Los pobres necesitan herramientas intelectuales, no nuestra lástima"
 
"No existe el aprendizaje fácil de cuestiones complejas por una sencilla razón: la cultura es siempre elitista"
 
"Las diferencias entre los intereses espontáneos de un niño y las demandas de conocimiento de la vida adulta son cada vez mayores"
 
"El mérito antiguo tenía que ver con la información que manejaba una persona; hoy, cuando la información es cada vez más asequible, lo valioso es lo más escaso y lo más escaso es la atención y la capacidad para identificar, buscar y ordenar la información valiosa, es decir, el criterio"
 
"Se dicen muchas vaciedades sobre la escuela del futuro, como que el conocimiento ya no será valioso. Pero para educar la atención y el criterio necesitamos conocimientos. El interés no es el motor del conocimiento, sino que el conocimiento es el motor del interés"
 
"La cultura es posible porque somos capaces de abrir un espacio para la reflexión entre la aparición de un deseo y su satisfacción. Los deseos son caprichosos y se despiertan sin pedir permiso en cualquier parte. Yo defiendo el poder educativo de la frustración, que es la represión capaz de ejercer un pastelero sobre sí mismo para no comerse los ingredientes mientras hace un pastel"
 
"La idea de que la educación ha de desarrollar todas las capacidades del niño sólo pudo nacer entre pedagogos sin hijos que nunca impartieron clases a adolescentes. Hay muchas potencialidades que deben reprimirse: el robo, la mentira, la laxitud, etc."
 
"La mayor parte de la literatura pedagógica dirigida a las familias no tiene por misión enseñar la naturaleza de la paternidad, sino ocultarla. Es hija de la pedagogía new age, que cree que un deseo es un hecho, y del mito tecnológico contemporáneo, que nos asegura que hay una respuesta precisa para cada problema. En las cosas humanas no es así. Ni los deseos son hechos, ni hay manera de controlar el azar"
 
 
"La verdadera ignorancia no es la ausencia de conocimientos, sino el hecho de negarse a adquirirlos" (Karl Popper)
 
"Eso que llamamos educar hay que tomárselo con mucha humildad. Podemos colaborar en el desarrollo de nuestros hijos y, sobre todo, evitar ciertos errores de bulto, pero la vida de nuestros hijos nunca está dúctilmente presente ante nuestras manos. Una familia no es un tubo de ensayo"
 
"Educamos por impregnación. El órgano educativo de nuestro hijo es el ojo, no el oído. Y la impregnación es más eficaz cuando no sabemos que estamos educando, cuando nos comportamos espontáneamente, cuando mejor se exhiben nuestras convicciones morales"
 
"El ignorante no tiene interés por lo que ignora porque no sabe ni que lo ignora, mientras que cuanto más sabemos de algo, más interés le descubrimos, más fácil aprendemos cosas nuevas y con más placer lo comunicamos"
 
"Hace falta más rigor. ¡Qué dejen de presentarnos como innovaciones experimentos fracasados hace cien años! Los que nos aseguran que la creatividad puede enseñarse deberían decirnos a quién se la han enseñado. Los demás no sabemos cómo producir ni Picassos ni Steve Jobs"
 
 "La clave de todo esto de la felicidad es una ideología muy extraña que considera la vida como un conjunto de problemas, cuya respuesta nos la puede dar no sé qué sabiduría, y en el momento en que tengamos la respuesta de esa sabiduría seremos felices. Pero esto es un cuento chino"
 
"Hay cuestiones escolares que tienen que ver más con los derechos civiles de una ciudadanía adulta en una sociedad liberal que con las opiniones de los pedagogos. La educación diferenciada o la educación en casa son dos ejemplos. Si el ciudadano propietario está convencido de que nadie puede imponerle una ideología política, una religión, una orientación sexual o estética, un modelo familiar, etc., ¿por qué ha de confiar la educación de sus hijos al Estado?"
 
"Allí donde hay una personalidad creativa lo que encontramos es a alguien que conoce bien su oficio, que le dedica muchas horas y que es capaz de concentrarse intensamente en los problemas que desea resolver. Para eso necesita tener conocimientos"
 
"Los grandes hombres comparten una característica un poco deprimente: trabajan mucho"
 
(Extracto de dos entrevistas realizadas a Gregorio Luri por Carlota Fominaya para "ABC" el lunes 12 de enero de 2015, y por Berta González de Vega para "El Mundo" el domingo 13 de septiembre de 2015)
 
 
Este libro publicado en 2014 no es el único en el que el profesor Gregorio Luri Medrano expone sus ideas sobre la educación. También abordó este tema en La escuela contra el mundo (Editorial CEAC, 2010) y en El valor del esfuerzo (Editorial Proteus, 2012)

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