La duración del metraje es de 93 minutos
DON’T KNOCK TWICE
(2016)
Una película de terror más que aceptable. Bien dirigida,
con un buen guion y una banda sonora excelente. Un gran trabajo de factura británica.
Los actores, desconocidos para el gran público, están muy bien en su papel. La
trama ofrece giros inesperados con un final abierto para una futura continuación.
Ofrece momentos de miedo muy bien dosificados. No se le puede pedir más a un thriller concebido para el entretenimiento.
Katee Sackhoff
(Portland, Oregon, USA, 1980)
A pesar de que los maquilladores se equivocaron al no conferirle una imagen maternal, destaca por su capacidad de dramatización
Jess, una escultora que tuvo
problemas de drogadicción en su maternidad temprana, se vio obligada a perder
la patria potestad sobre su hija Chloe cuando ésta era una niña. Cuando quiere
recuperarla, una vez curada de sus adicciones, comprueba con tristeza que ella
le desprecia. Dado que Chloe está involucrada en un problema con una bruja,
Mary Aminov, una pobre anciana que fue acusada por el crimen de un niño llamado
Michael Flowers, Jess luchará para evitar la aniquilación de Chloe
demostrándole así todo su amor.
Lucy Boynton
(Nueva York, USA, 1994)
Dotada de una belleza sobrenatural que parece ir más allá de este mundo, logra hacer un papel terrenal serio y sin ninguna fisura
El título del film hace
referencia a que cuando golpeas una vez la puerta de la casa desvencijada donde
vivía la anciana que terminó por suicidarse al verse inculpada, su espíritu
despierta, pero si tocas dos veces, entonces regresa del reino de los muertos.
Cuando Chloe era pequeña solía jugar llamando a la puerta para luego echarse a
correr. El detective Boardman rechaza la tesis de la brujería y afirma creer
que la vieja era culpable, quizás para ocultar su verdadera identidad de
asesino pedófilo. De hecho, la interrogó de una manera cruel hasta lograr que
confesara.
Nick Moran
(Londres, Inglaterra, 1968)
Sobrio y concentrado, demostró ser el actor con más trayectoria
El director Caradog W. James ha
hecho una filmación magnífica, con encuadres pictóricos, simétricos y profundidad
de perspectiva. El juego de luces, con un contraste de claroscuros bien calibrados,
resulta totalmente eficaz para crear una atmósfera de angustia con sustos intimidantes
para el espectador. El misterioso personaje de Tira, una modelo sobre la que
Jess realiza una escultura, será el eje vertebrador del argumento y un elemento
clave para la resolución de la intriga que nos sorprenderá por completo cuando
todo parezca estar claro y resuelto.
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
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