miércoles, 24 de mayo de 2017

Sobre la incesante tragedia de la emigración ilegal

 

34 emigrantes, la mayoría niños, han muerto ahogados hoy en el Mediterráneo, mientras la guardia costera intentaba salvar a cientos de personas que atestaban las barcas frente a la costa libia

THE PRICE YOU PAY
 
You make up your mind,
you choose the chance you take.
You ride to where the highway ends
and the desert breaks.
Out on to an open road
you ride until the day.
You learn to sleep at night
with the price you pay.
 
Now with their hands held high,
they reached out for the open skies
and in one last breath they built the roads
they'd ride to their death
driving on through the night,
unable to break away
from the restless pull of the price you pay.



 
Oh, the price you pay!
Oh, the price you pay!
Now you can't walk away
from the price you pay.
 
Now they'd come so far
and they'd waited so long
just to end up caught in a dream
where everything goes wrong,
where the dark of night
holds back the light of the day
and you've gotta stand and fight
for the price you pay.
 
Oh, the price you pay!
Oh, the price you pay!
Now you can't walk away
from the price you pay.


 
Little girl down on the strand
with that pretty little baby in your hands:
Do you remember the story
of the Promised Land?
How he crossed the desert sands
and could not enter the chosen land?
On the banks of the river he stayed
to face the price you pay.
 
So let the game start,
you better run your little wild heart.
You can run through
all the nights and all the days,
but just across the county line
a stranger passing through put up a sign
that counts the men fallen away
to the price you pay, and girl,
before the end of the day,
I'm gonna tear it down and throw it away.
 
[Canción compuesta e interpretada por Bruce Springsteen con “The E Street Band” en el álbum “The River” (1980)]
 


Este disco contiene 20 canciones y estuvo 4 semanas
en el número 1 de ventas en los Estados Unidos

EL ALTO PRECIO A PAGAR
 
La decisión es tuya.
Tú eliges la opción que tomas.
Conduces hasta donde la autopista termina
y empieza un páramo desértico.
Por una carretera libre de aduanas
aceleras hasta el amanecer sin parar
y aprendes a no dormirte al volante
sabiendo cuál es el precio a pagar.
 
Con los brazos estirados en alto
apuntaron a los cielos abiertos
construyendo, hasta el último aliento,
las pistas que luego los dejarían muertos.
Y tú, conduciendo por la noche te ves incapaz
de frenar para rehuir el precio que has de pagar.



 
¡Ah, el precio que has de pagar!
No puedes rehusar abonarlo.
Nadie puede evitar el precio a pagar.
 
Ellos han ido tan lejos
y esperado tanto tiempo,
sólo para terminar atrapados
en una pesadilla donde todo sale mal.
Cuando la oscuridad de la noche oculta
la luz del día, tú tienes que levantarte
y luchar por el precio que debes pagar.
 
Chiquilla que vives en la calle acunando
un precioso bebé en tus manos.
¿Te acuerdas de la historia de la tierra prometida?
¿Cómo Moisés y los judíos cruzaron
las arenas del desierto, pero él no pudo
entrar en la patria escogida
por golpear una piedra en Meriba
de la que brotó un manantial?
Se quedó a orillas del río Jordán
para afrontar el precio que tuvo que pagar.



 
Ea, pues, dejemos que comience el juego.
Mejor pon a latir tu corazón indómito.
Corre todas las noches con sus días,
esfuérzate y afronta tu trabajo.
 
Justo en la frontera un extranjero
puso un cartel que cuenta los hombres
que cayeron por intentar cruzarla.
Ése es el precio que al coste de sus vidas
tuvieron que pagar los refugiados.
Muchacha, antes de que el sol decline,
te juro que voy a despedazarlo.
 
(Traducción de Andrés González Déniz)



1.800 personas se lanzaron este miércoles al mar con destino a Italia en frágiles embarcaciones pagando por el trayecto a las mafias emisoras y receptoras de nuestros contemporáneos traficantes de esclavos

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