Hoy se le considera el portavoz de la derecha recalcitrante, cuando en verdad es un paladín de los liberales. Su defensa de la lengua española lo ha convertido en un protomártir, así como el amor por España y la adhesión futbolística al Real Zaragoza lo realzan de un modo entrañable, aunque resulte desconcertante verlo en el palco del Santiago Bernabéu apoyando a un club franquista cuando él partió como comunista, y además de la tendencia maoísta pro-china en la trotskista ORT (Organización Revolucionaria de los Trabajadores). Tiene derecho a evolucionar y lo ha hecho, ahora bien, tuvo el deber de aprender catalán habiendo vivido diez años en Barcelona y ni siquiera lo chapurrea. Es como si, en lugar de cohabitar con los catalanes, se hubiera tomado su estancia allí como parte integrante de una fuerza de ocupación. Dice que Barcelona es una ciudad abierta, pero por lo que se ve, él la vivió cerrado a la cultura catalana y a su más íntima expresión: la lengua en que escribieron Ramón Llull, Ausias March, Pere Torroella, Ramón Muntaner, Jordi de Sant Jordi, Joanot Martorell, Jacint Verdaguer, Buenaventura Carlos Aribau, Antonio de Bofarull, Joan Maragall, Josep Carner, Armand Obiols, Bonaventura Bassegoda, Narcís Oller, Josep Maria de Sagarra, Josep Palau i Fabre, Joan Salvat-Papasseit, Antoni Pellicer, Pere Coromines, Josep Pla, Joan Alcover, Pompeu Fabra, Salvador Espriu, Pere Quart, Maria Ángels Anglada, Carles Soldevila, Robert Saladrigas, Agustí Bartra, Núria Albó, Narcís Comadira, Sergi Pàmies, Joan Barril, Quim Monzó, Joan Margarit, Arcadi Espada, Jaume Fuster, Montserrat Roig, Joan Vinyoli, Mercé Rodoreda, Miquel de Palol, Baltasar Porcel, Joan Brossa, Carme Riera, Emili Teixidor, Xavier Rubert de Ventós, Maria Aurelia Capmany, Joaquim Carbó, Màrius Carol, Josep Maria Castellet, Jordi Villaronga, Toni Sala, Olga Xirinacs, Joan Perucho, Terenci Moix, Vázquez Montalbán, Eduardo Mendoza, Juan Marsé, Isabel Clara Simó, Jordi Sierra i Fabra, Masoliver Ródenas, Antoni Dalmases, Pere Gimferrer y Eduard Punset.
Con mis hijos en la Plaza de Cataluña, nudo central de comunicaciones
Rubén y César en el corazón de Barcelona donde George Orwell escribió su Homenaje a Cataluña
El Palau de la Música, cumbre del modernismo, obra del arquitecto barcelonés Lluís Domènech i Montaner (1850-1923), quien además fue profesor del genial Antonio Gaudí
Playa de Icaria, situada frente a la Ciutadella de la Vila Olímpica
Vista nocturna de La Barceloneta, la playa más popular de Barcelona
Verónica y Olivia en la Plaza de España junto a la desaparecida plaza de toros de las Arenas, cuyo estilo arquitectónico era neomudéjar
Estadio del Camp Nou, el Palacio del fútbol y el Olimpo de las estrellas, capaz de acomodar a 98.934 espectadores, es el recinto con más capacidad de Europa. Fue inaugurado el 24 de septiembre de 1957
Parque Güell, proyecto inconcluso de Antoni Gaudí i Cornet (1852-1926)
Con Olivia en la Avenida Gaudí junto al Hospital de Sant Pau
Villa Olímpica: Hotel Arts y Torre Mapfre (miden 153'5 metros de altura)
Torre Agbar, símbolo de la moderna Barcelona
No hay comentarios:
Publicar un comentario