viernes, 25 de junio de 2010

Nadie se queje si el amor le fue alguna vez gentil



LOVE HAS BEEN GOOD TO ME

I have been a robber, I have walked alone,
hiked hundred highways, never found a home.
Still in all I'm happy, reason is, you see:
once in a while, along the way,
love has been good to me.
There was a girl in Denver,
before the summer storm.
All her eyes were tender,
all her arms were warm,
and she could smile with the thunder,
kiss away the rain.
Even though she's gone away,
won't hear me complain.



I have been a robber, I have walked alone,
hiked hundred highways, never found a home.
Still in all I am happy, the reason is, you see:
once in a while, along the way,
love's been good to me.
There was a girl in Portland,
before the winter chilled.
We used to go according along at over hill,
and she could laugh away the dark clouds,
cry away the snow.
It seems like only yesterday is down the road I go.
I've been a robber, I have walked alone,
hiked hundred highways, never found a home.
Still I'm happy, the reason is, you see:
once in a while, along the way,
love's been good to me.

(Canción compuesta por Rod McKuen incluida en el álbum "A man alone" que interpretó Frank Sinatra en 1969)



EL AMOR HA SIDO PIADOSO CONMIGO

He sido un cuatrero, he caminado solo
y realizado incursiones por cientos de carreteras,
pero nunca hallé el calor de un hogar perdurable.
Todavía, a pesar de todo, me siento afortunado
y la razón no es otra que, como bien se deja ver,
al menos una vez en la vida,
después de haber hecho tan largo recorrido,
el amor fue bondadoso y se apiadó de mí.
Por ejemplo, conocí a una chica en Denver,
antes de que llegaran las tormentas del verano.
Todo ternura fueron sus ojos,
todo tibieza cariñosa fueron sus abrazos.
Era capaz de sonreír sin estremecerse
a la luz de un relámpago
y con sus besos alejar la lluvia.


Frank Sinatra y Grace Kelly

Ahora que ha desaparecido
y se halla muy lejos en el pasado,
nadie va a escuchar ni una queja ni un reproche de mí.
He sido un pirata, he paseado en solitario
y hecho auto-stop por cientos de autopistas,
pero nunca encontré un lugar
al que pudiera llamar mi casa.
Con todo, todavía me considero un hombre feliz,
y la razón es, como bien se puede ver,
que al menos una vez en la vida
el amor fue generoso conmigo.
Conocí a otra muchacha en Portland,
antes de que comenzaran los rigores del invierno.
Solíamos ir cogidos del brazo a la cima de una colina
y ella se echaba a reír, alejando de esa forma
los oscuros nubarrones de un futuro incierto.


Tom Ewell y Marilyn Monroe en "La tentación vive arriba" (1955)

Sus carcajadas vencían el mal tiempo sobre nosotros.
Parece como si fuera ayer cuando ocurrió
y que fuera posible regresar con ella
si me echara a rodar por esta carretera de la vida
en la que voy hacia abajo, declinándome.
He sido un bandolero, he transitado por el mundo
como un misántropo huraño,
explorado decenas de vías alternativas,
pero jamás encontré un lugar cálido
donde forjar una familia sólida.
Y sin embargo, después de todo, me siento feliz.
La razón no es otra distinta a la que se deja ver,
y es que por lo menos una vez en la vida,
después de tanto bregar y sufrir,
el amor fue caritativo y tuvo piedad de mí.
Se portó como si yo fuera una gran cosa.

(Traducción de Andrés González Déniz)


No hay comentarios:

Publicar un comentario