Ava Gardner y Gregory Peck en la película "Las nieves del Kilimanjaro" (1952) basada en un relato de Ernest Hemingway
Fumo. Ingiero el mundo en su irrealidad:
humo. Pretendo asirlo e integrarlo: transpirar
su bazofia. El aire está vacío sin los tóxicos
que me tegumentan los alveolos de los pulmones.
Greta Garbo
(Estocolmo, 1905 - New York, 1990)
Necesito agudizar la arritmia taquicárdica
del músculo amoroso. Todo sería transparente
sin el velo evaporable de fumar. Sería obvio,
blanco o translúcido, sin la achicoria del alquitrán.
Humphrey Bogart
(New York, 1899 - Holmby Hills, 1957)
Fumando no se esfuman los recuerdos. La angustia
se difumina sedimentariamente en mi torso.
El insomnio va llenando de colillas ceniceros.
Sinatra me entristece al cantar I´ll drink the wine,
but not the water. Succionar aparenta ser balsámico.
Bette Davis
(Massachusetts, 1908 - Neuilly-sur-Seine, 1989)
Mis bronquios se intelectualizan mientras disimulo
estar en una pose de meditación trascendente
que no alberga ninguna sustancia. Me hace toser
el picor de la garganta, reluctando el sabor
estropajoso de la boca. Apesto a éter sórdido.
James Dean
(Indiana, 1931 - California, 1955)
Sueño abandonar el vicio encendiendo un cigarrillo
detrás de otro. Me inundo de un fango inmaterial.
No es elegante ni profiláctico aspirar el sarro
que está demonizando mi dentadura de amarillo.
Lauren Bacall
(New York, 1924)
Hago adscripción de marginado o de clase social
desposeída al proseguir con el hábito. Se burlan
y miran consternados o conmiserándose de mí,
los mismos seres que me empujan a fumar por rechazo
a su naturaleza reptil. El cigarro me distancia
de los otros y anestesia de sus influjos malignos.
Gary Cooper
(Montana, 1901 - Los Ángeles, 1961)
Soy el receptor de un montón de basura cual opio
que contuviera envuelto en papel el cigarrillo.
Pero no me coloca, no me extasío, ni subo
los altos escalones de la percepción sensorial.
Rita Hayworth
(New York, 1918 - 1987)
Inhalo esputos. Polvareda mefítica. Bruto estiércol
vagaroso, la crepitación gaseosa que deja cenizas.
Es un atavismo silencioso. Una recurrencia erótica
y compulsiva, como la felación de un filtro esponjoso
que me volviera un lactante nostálgico del seno materno.
Marlon Brando
(Omaha, 1924 - Los Ángeles, 2004)
Lo utilizo como medicina espiritual: un fármaco
que produce cefalalgia. Es parecido a un beso próximo
que nunca te deniega el placer voluptuoso prohibido.
El tabaquismo es una religión gestual desprovista
de vírgenes e ídolos. Te convierte en un podrido
perverso que se autoinflige caerse en un infierno.
Marlene Dietrich
(Berlín, 1901 - París, 1992)
Faringitis, enfisema, cáncer: ése es el horizonte,
los proyectos que el futuro me ofrece.
Ilusionante, como a cualquiera lo es
la perspectiva de la muerte misma.
El recurso a la adicción me protege. Es una coartada
para tomarse respiros. Acto de insalubridad insociable.
Monocosmogonía. Dependiente radicalidad punitiva.
Laceración a intermitencias. Lacra repetida.
Destrucción tenaz, persistente.
Fumigación venenosa. Absorción lasciva.
Frank Sinatra
(New Jersey, 1915 - Los Ángeles, 1998)
Si no fumara me convertiría en otro y pesaría
de pronto la carga de vivir como un fardo insostenible.
Sé que tizno, quemo, malgasto
y contamino, mancho, me ensucio,
envejezco la piel y aminoro mis longevas expectativas.
Sé que fumando me excremento en cada bocanada
un poco más y me hundo: es un suicidio consentido.
Lana Turner
(Idaho, 1921 - Los Ángeles, 1995)
Mi cuerpo exige redención y halla un frágil sustitutivo
en la nicotina. Busca amor álgido y sólo humo inspira.
Ansía sublimarse pero se inunda de porquería óxida.
Busca evanescerse en la atmósfera,
flotar como las volutas que expulso.
Liberarse, pero se restriega en la ignominia.
Paul Newman
(Ohio, 1925 - Connecticut, 2008)
Mis mucosas, cilios y macrófagos bronquiales se atoran
paulatinamente enturbiando las imágenes que recibo.
Busco la eternidad en la reiteración de un tic repetido,
al llevarme a los labios el artilugio cilíndrico
con hebras teñidas de amarillo
por desconocidos colorantes químicos.
Al fumar dejo de ser carnívoro y me insuflo de concordia
al emparentar mi destino mórbido
en paz con la inminencia de la tumba.
Me apropio de la intangibilidad exterior a mis huesos,
sedando toda beligerancia con la existencia.
Marilyn Monroe
(Los Ángeles, 1926 - 1962)
Catalizo el contacto entre carne y espíritu fumando.
El cigarrillo es ideal interlocutor, minúsculo símbolo
fálico aprovisionable, siempre en erección para el fuego.
Abandonarlo supondría desalojarme.
Usarlo genera empatías con otros fumadores
en las reuniones amigables.
Jane Greer y Robert Mitchum en la película "Retorno al pasado" (1947)
Creo que estoy signado por el estigma
de las musas mortíferas: anabasina, nicotirina,
mornicotina y un etcétera largo
de alcaloides que me enganchan y aniquilan.
El arte sin fumar es menos compartible
e inmersionable. Bueno, fumo: espero
no molestar a los cadáveres que a nada aspiran.
Buenas tardes Andres, bellisima pieza musical de fondo, su buen gusto realmente me atrapa.
ResponderEliminarUn placer visitarle como siempre.
Una mujer