lunes, 30 de agosto de 2010

Recorrido por el país de la tierra del sol poniente



Hace 125.000 años habitaban el noroeste de África distintos grupos humanos prehistóricos a los que se engloba con el término de "cultura de los cantos rodados", pueblos muy similares a los neanderthales europeos. Una glaciación en torno al año 75.000 a. C. acabó con ellos. El homo sapiens, procedente del sureste asiático, contribuyó con su asentamiento a la desaparición. En el año 12.000 a. C. irrumpe la cultura oraní integrada por los que se denominan "muilianos". Fueron complementados en el año 8.000 a. C. por los capcianos. Todos ellos eran nómadas cazadores y recolectores, algo que la paulatina desertificación del Sáhara iba a cambiar.

Homo neanderthalensis

En el siglo VIII a. C. los fenicios se desplazaron desde Tiro (actual sur del Líbano) y fundaron Cartago en la actual Túnez, legendariamente en el año 814 a. C. Por entonces, minoicos y griegos llevaban 2.000 años navegando las costas mediterráneas y creando colonias. Los cartagineses fundaron a continuación asentamientos como Rusaddir (hoy Melilla) y Lixus (cerca de Larache). Su ruta comercial en el interior llegaba hasta Essaouira, de donde obtenían el tan preciado tinte púrpura. Los mauri hacen acto de aparición en el siglo IV a. C. como una confederación de tribus. Considerados bárbaros por los romanos que derrotaron a Cartago y construyeron Volubilis, de ahí viene la procedencia de su designación como bereberes (barbari). Tras dos guerras púnicas y batallas contra el rey númida Masinisa y su nieto Yugurta, el gran Julio César derrota a Juba I y Augusto concede el mando a su hijo Juba II, con lo que la Mauritania se convierte en territorio tributario hasta que Calígula ordena el asesinato de su rey Ptolomeo y la anexiona. Roma obtenía aceituna, grano, vino y pesca.


Arco de triunfo entre las ruinas de Volubilis


El secular analfabetismo de la región viene avalado por el hecho de que esta tierra no produjo ningún escritor latino, fruto quizá del abandono civilizatorio de los conquistadores del Lacio y el carácter arisco de sus gentes curtido en las desérticas tierras donde guerreaban y comerciaban. Un grupo de bereberes, las baquates, dan fe de esto atacando a los romanos de Cartennae en el año 122 a. C. Esta tribu se hizo con el poder hasta el punto de tener un rey, Nuffusi, con quien la Roma decadente firmó un tratado de paz en el año 280 d. C. Cinco años más tarde, los administradores romanos abandonaban la ciudad de Volubilis a su suerte.


Columnas del templo de Júpiter Capitolino en Volubilis

En el año 429 d. C. los vándalos cruzan el estrecho de Gibraltar e invaden el territorio norteafricano, donde se dedicaron a perseguir cristianos y quemar iglesias, despejando así el terreno para el futuro avance del Islam. Un ejército bizantino a las órdenes del conde Belisario logró derrotarlos en torno al año 533 d. C. A estas fuerzas extranjeras sólo se oponían clanes de bereberes a menudo rivales entre sí. Fue el siglo VII d. C. el que vio cómo los musulmanes se iban apoderando de toda el África septentrional hasta llegar incluso a los Pirineos y fundar Al-Andalus en donde hoy vienen a estar España y Portugal. Mohamed ibn Abu Talib (Mahoma, el hijo de Abu Talib), un quraysí, fue el gran visionario que logró conferir cierta unidad política a loa ejércitos invasores. Al principio de su carrera los jefes de los clanes estuvieron a punto de matarlo y tuvo que huir, pero a la larga demostró ser el enviado de Alá porque se sobrepuso a persecuciones y derrotas triunfando.


Mahoma predicando en La Meca

A partir de este momento la evolución de Marruecos (palabra derivada de la ciudad de Marraquech, cuyo nombre bereber proviene de "Tamurt n Akkuk", que significa "Tierra de Dios") es tan compleja por la abundancia de datos que, a grandes rasgos, podríamos simplificarla nombrando a los sucesivos imperios que lo controlaron: el almorávide, el almohade, los mariníes, los saadíes y, por último, la dinastía alauita personificada en su actual monarca Mohamed VI, hijo de Hassán II (fallecido en 1999). Esto sin contar con la intrusión colonialista del Protectorado francés, la penetración de España en Sidi-Ifni, Ceuta, Melilla o el Sáhara, y la internacionalización de la ciudad de Tánger, que estuvo un breve periodo en manos de los británicos, justo hasta que se retiraron en 1684, destruyendo el malecón de su puerto en un claro acto vandálico de represalia contra los corsarios berberiscos, quienes podrían haberlo utilizado como ellos mismos hacían con sus piratas, al estilo de Francis Drake, desde Canarias hasta el Caribe y Terranova.



El Marruecos actual trata de ser aun más grande con la apropiación del Sáhara a costa de las pretensiones idénticas de Mauritania (al parecer abandonadas), los recelos de Libia (ya superados), o el resquemor de Argelia (celosa) y la oposición patriótica del "Frente Popular para la liberación del Sáhara y el Río de Oro" (Polisario).

(Bibliografía: Pennell, C. R.: Breve historia de Marruecos, Madrid, Alianza, 2009, (colección de bolsillo, sección de Historia, nº 4238), (traducción de Catalina Martínez Muñoz), pp. 342]


Mohamed VI de Marruecos
Mohammed ben el-Hassan ben Mohammed ben Youssef el-Alaoui
(Rabat, 1963)
Decimoctavo rey de la dinastía alauí

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