MISERABLES FASHION WEEK
Viajaba en el metro con una compañera del periódico que se había desmayado desde la calle Serrano hasta el mismísimo subterráneo. Íbale yo contando que no hay derecho a que nos hayan vuelto a subir el abono de transporte, cuando la niña bien -estrenando su primer transbordo- me soltó una sonrisa de medio lado: "¿Te has fijado? ¿Has visto qué fea es la gente que viaja en metro?" (sic).
Y entonces crujió un silencio. Y miré a la gente y me atusé la pechera de la trenca alisándola con las palmas de las manos. Y anduve todo el día mirando en los andenes, a ver si veía a tipos como los hermanos Calatrava o Quique San Francisco, allí sentados todos juntos, en el vagón de Méndez Álvaro. Hasta que salí a la calle a buscar gente guapa de verdad.
El casting ha durado años. Va de gente que se viste por los pies. Y que se levanta cuando se cae de la pasarela. Mariano -alcohólico que vive en la acera y que una noche despertó envuelto en llamas cuando le prendieron fuego a su banco- luce hoy una colección de invierno estampada contra la pared, tos model de tuberculoso y una mirada drapeada de tanta tela.
María -gitana pobre de Sevilla, con marido drogodependiente e hija con síndrome de Morquio- desfila con un vestido de barro satén. Celebrity del "anda, fíame", con el futuro pespunteado de negro y una forma de apretarte la mano palabra de honor.
Josephine, la bella Josephine -nigeriana que tardó años en atravesar África, y que en cada paso de frontera fue ultrajada- viste sonrisa hecha con encaje de bolillos, botas de siete leguas, pantalones de pena y futuro retro. Tenía razón la compañera aquella del viaje en el metro. Mira que son feos los miserables, mira que visten mal. Les debería dar vergüenza. Que paren el vagón.
"Después de todo, ¿qué es la moda?", se preguntaba Oscar Wilde. "Desde el punto de vista artístico, una forma de fealdad tan intolerable que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses". Después de todo, ¿es "fea la gente que viaja en el metro"? Tranquila, guapa: una vez revelada tu gilipollez, jamás revelaré tu nombre.
(Artículo de opinión escrito por Pedro Simón y publicado en "Yo Dona", el suplemento femenino del periódico "El Mundo" correspondiente al sábado 12 de febrero de 2011)
Pedro Simón
(Zamora, 1971)
Un periodista tan incisivo y cáustico como el mejor Larra
Muy bueno el artículo, viene bien de vez en cuando que nos remuevan la conciencia para que no se quede pegada en el fondo de esta olla de egoismo que ponemos a hervir todos los días.
ResponderEliminarHola Andrés, este artículo que has insertado es de lo mejor que he leído últimamente. La frase de marras "¿Has visto qué fea es la gente que viaja en metro?" es absoluta y llena ella sola la totalidad del texto. Seguiré a este Pedro Simón, que hasta ahora desconocía.
ResponderEliminarComo siempre, cordiales saludos.