domingo, 19 de junio de 2011

Un colorido prontuario desde el antiguo Japón


Sei Shonagon
(Japón, 966 - 1017 d. C.)

"En el estío lo más bello son las noches, en el otoño lo más bello
son las tardes, en el invierno lo más bello es la alborada"

"Cuando los carruajes pasan sobre la viga que desde el suelo sostiene el Portón Central, ocurre siempre una gran sacudida y chocan las cabezas de las pasajeras. Las peinetas se les caen del pelo y pueden hacerse pedazos si se distraen sus dueñas. Me divierte que toda la gente se ría"

"En cuanto los candidatos se han ido, se ríen de ellos y los remedan, algo que ni sospechan los ancianos que corren de un lado al otro del Palacio repitiendo la fórmula: Por favor, presente favorablemente mi petición al Emperador o Le ruego hable a su Majestad sobre mí. Todo está bien cuando tienen éxito, pero hay algo patético cuando sus esfuerzos fracasan"

"En el tercer día del tercer Mes me agrada ver el sol que brilla sereno en el cielo de primavera. Es entonces cuando florecen los durazneros. ¡Qué espectáculo nos brindan! Cuando las hojas han brotado ya no me atraen. En efecto, todos los árboles pierden su encanto cuando sus flores se deshojan"


Flores del duraznero

"Si un monje se queda dormido, agotado por sus afanes,
la gente dice: Este monje no hace más que dormir"

"El primer día del Primer Mes y el tercer día del Tercer Mes me gusta que el cielo esté despejado. En el noveno día del Noveno Mes tiene que lloviznar en el alba"

"Pasan los días y los meses, pero perdura
para siempre el monte Mimoro"

"En aquel tiempo todos, hasta la gente más humilde, se complacía en las artes y tenía el hábito de pasatiempos elegantes. Una historia así no sería posible en nuestros días"

"Cosas y gente que deprimen: un perro ladrando de día. La habitación que se ha destinado al nacimiento cuando el niño se ha muerto. Un brasero vacío y frío. Un boyero que odia a los bueyes. Un erudito cuya esposa tiene una hija tras otra. También nos deprime una incesante lluvia el último día del año. Un ama de leche que se ha quedado sin ella"


Monte Fujiyama
(Su nombre significa "la montaña que nunca muere")

"Cosas odiosas: uno está de prisa y quiere salir pero una visita sigue charlando. Alguien sin nada que lo recomiende discute toda clase de temas al azar como si lo supiera todo. Envidiar a otros y lamentar su propia suerte. Hablar mal de la gente. Una bandada de grajos que vuela graznando. Un caballero nos vista secretamente. Aunque lleva un alto sombrero de laca, espera que nadie lo vea. Se pone tan enrvioso que al despedirse golpea alguna cosa con el sombrero. ¡Odioso!"

"Uno se acuesta y está a punto de quedarse dormido cuando se presenta un mosquito anunciándose con zumbidos. Uno casi puede oír el rumor de las alas. Por leve que sea, es odioso. Uno está refiriendo una historia cuando irrumpe alguien que quiere hacerse el ingenioso. Esta persona es odiosa y también lo es cualquiera, hombre, mujer o niño, que quiera llamar la atención"

"Es odiosa una rata que se escurre de un lado para otro. Hay unos niños de visita. Uno los mima y les reparte juguetes. Los niños se habitúan a este trato y vuelven con frecuencia. Se abren camino hasta nuestras habitaciones y revuelven todo. Odioso"

"Un recién venido se adelanta a las otras personas de un grupo y pontifica sobre todo. Odioso. Un hombre con el que tenemos una aventura sigue alabando a una amada anterior. Aun cuando se trate de algo pretérito, esto es mortificante. Cuánto peor si él sigue visitándola. (A veces me parece que al fin y al cabo no es tan desagradable). En algunas ocasiones también me disgusta observar el escaso decoro de dos personas que conversan"



"A veces una persona que carece de todo encanto trata de producir una buena impresión usando un lenguaje elegante, pero sólo consigue ser ridícula. Sin duda cree que la ocasión exige ese lenguaje rebuscado, pero advierte su error cuando todos se ríen a carcajadas"

"En verdad, el amor que se siente por un hombre depende en buena parte de sus despedidas. Cuando salta de la cama, va de un lado para otro, se ajusta la faja del pantalón, levanta las mangas de su capa de corte, o de su traje de caza, se mete sus pertenencias entre su ropa y asegura su faja exterior, una ya empieza a odiarlo"

"Llueve y uno está aburrido. Para pasar el tiempo revisamos viejos papeles y descubrimos las cartas de un hombre que alguna vez hemos querido"

"Prefiero que los caballeros sean delgados, por lo menos cuando son jóvenes. Las personas obesas siempre parecen dormidas"

"¿Acaso la gente se cansa de los árboles de cerezo
porque florecen en cada primavera?"


Cerezos

"Cosas elegantes: una chaqueta blanca sobre un chaleco morado. Un rosario de cristal de roca. Flores de glicina. Flores de cerezo cubiertas de nieve. Una linda criatura comiendo fresas"

"Cosas inconvenientes: mala caligrafía sobre un papel rojo, nieve sobre los tejados de la plebe. Una mujer que, ya pasada la juventud, está encinta y camina jadeante. Es ingrato ver una mujer de cierta edad con un marido joven; peor aún es cuando ella siente celos porque él ha ido a visitar a alguien. Una vieja comiendo una ciruela y, encontrándola amarga, hace una mueca con su boca sin dientes. Un hombre buen mozo con una mujer fea"

"Los niños y los bebés no pueden ser delgados. Tampoco deben serlo los gobernadores porque, si son flacos y huesudos, uno sospecha que tienen mal humor"

"Cuando uno deja de querer a alguien, uno siente
que es otro, aunque sigue siendo él mismo"

"Cosas infrecuentes: un yerno que es alabado por su suegro. Un servidor que no habla mal de su amo. Una persona que nada tiene de excéntrica o de imperfecta, que es superior en cuerpo y alma y que permanece impecable toda su vida. Personas que conviven y que mantienen su reserva. Por más que esas personas quieran ocultar sus flaquezas, generalmente fallan. Evitar que caigan manchas de tinta en el cuaderno"



"Cosas incómodas: un hombre que una quiere se embriaga y sigue repitiendo la misma cosa. Hablar de alguien sin saber que él está oyéndonos. Padres convencidos de que su hijo feo es adorable, lo miman y lo remedan repitiendo las gracias que ha dicho. Un ignorante que en presencia de personas instruidas asume un aire de autoridad y habla sobre la gente del pasado. Un hombre recita sus propios poemas , no demasiado buenos, y nos cuenta los elogios que han recibido. Uno ha ido a una casa y pide ver a alguien. Aparece otra persona, creyendo que la buscan a ella. Esto es aun más incómodo cuando uno lleva un regalo. Uno se ha permitido hablar mal de alguien sin intención, paro una criatura que nos ha oído repite lo que dijimos delante de esa persona"

"Cosas que dan la sensación de sucio: un nido de ratas. Alguien que no se ha lavado las manos por la mañana. Mucosidades blancas y niños que se sorben la nariz mientras caminan. Pequeños gorriones antes de estar cubiertos con plumas. Toda la ropa desteñida"

"Cosas que sorprenden y afligen: una ha pasado toda la noche esperando a un hombre que tiene que llegar. Al alba, cuando una lo ha olvidado y está quedándose dormida, un cuervo grazna fuerte. Una se despierta de golpe y ve que ha amanecido. ¡Qué asombro!"



"Luego conté a la gente lo bello que había sido todo eso.
Lo que más me impresionó fue que nadie se impresionara"

"Cosas presuntuosas: un niño que no tiene nada de particular y que sin embargo es mimado. La madre es odiosa también"

"Cosas desagradables: Una camada de ratas, que todavía no tienen pelos, cuando salen arrastrándose de su nido. La oscuridad en un lugar que no parece limpio. Una mujer que se enferma y tarda en reponerse"

"Pesonas que parecen sufrir: una nodriza que cuida a un niño que llora durante toda la noche. Un hombre con dos amantes que está obligado a soportar sus mutuas amarguras y quejas. Una mujer amada apasionadamente por un hombre celoso. Gente nerviosa"

"Cosas que han perdido su poder: un gran árbol que ha sido despojado por la tormenta y yace tirado en la tierra con las raíces al aire. Un hombre viejo que se quita el sombrero y descubre su calvicie"

"Gente envidiable: cuando uno comienza a aprender a tocar la cítara o la flauta, uno siente mucha envidia de músicos con experiencia y se pregunta cuándo podrá uno llegar a su nivel. Personas de alto rango que están siempre rodeadas de servidores respetuosos son muy envidiables. Cuando uno está en cama enfermo, y oye a la gente caminar, reír fuerte y charlar como si no tuvieran ninguna preocupación. ¡Qué envidiables parecen!"



"Hay gente a quien le gusta un lugar
donde pueden acostarse y no hacer nada"

"Hay algo fascinante en las caras hermosas
pero, ¡ay!, nada puede salvar una cara fea"

"Cosas que están lejos aunque estén cerca: fiestas que se celebran cerca del Palacio. Relaciones entre hermanos, hermanas y otros miembros de la familia que no se quieren. El camino zigzagueante que lleva al templo de Kurama. El último día del Duodécimo Mes y el primero del Primer Mes"

"Cosas que están cerca aunque estén lejos:
las relaciones entre un hombre y una mujer"

[Fragmentos tomados de Sei Shonagon: El libro de la almohada, Madrid, Alianza, 2004, (sel. y trad. de J. L. Borges), (pról. de María Kodama), pp. 181]


"Makura no Soshi"

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