Adolf Hitler
(Braunau am Inn, Austria, 1889 - Berlín, Alemania, 1945)
Político antidemócrata, militar autodidacta, megalómano racista, pintor aficionado, melómano wagneriano, supremacista ario, arquitecto amateur y dictador asesino
Retrato oficial hecho al óleo sobre lienzo en 1937 por
Heinrich Knirr
(Pantschowa, Serbia, 1862 - Staudach-Egerndach, Baviera, 1944)
Pintor de retratos y paisajes
HITLER
"Provenía de un linaje de labriegos entre quienes los matrimonios consanguíneos eran frecuentes. El nombre de la familia, Hiedler, era posiblemente de origen checo"
"Nunca sabremos quién fue el abuelo de Hitler, padre de Alois. Adolfo fue el tercer hijo del tercer matrimonio de Alois Hitler. Gustavo y una hermana mayor murieron en la infancia. Un hermano menor, Eduardo, sólo vivió hasta los seis años y únicamente sobrevivió Paula, la hermana menor"
"Hitler disculpó sus pobres resultados en el colegio, que abandonó sin la obtención del acostumbrado certificado escolar. Fue un fracaso que lo persiguió durante mucho tiempo y que encontraba frecuente expresión en su desdeño hacia los educados caballeros con sus diplomas y doctorados"
"Hitler en variadas ocasiones recordaba a los profesores de sus días escolares con desagrado. Uno de sus profesores, el Dr. Eduard Humer, dio la siguiente descripción del Hitler niño durante el proceso de 1923: Su disciplina era intolerable, siendo notoriamente pendenciero, obstinado, arrogante y de mal genio. Su entusiasmo por los trabajos pesados se evaporaba rápidamente. Reaccionaba con hostilidad oculta y enfermiza a los consejos y reproches. Al mismo tiempo, exigía de sus compañeros un ciego servilismo, enorgulleciéndose de su papel de jefe"
"Una visita a Viena en mayo y junio de 1906 le enardece de entusiasmo por el esplendor de sus edificios, sus galerías de arte y la Ópera"
"En el otoño de 1907 se dirigió a Viena por segunda vez, lleno de esperanzas. Ni siquiera la enfermedad de su madre (estaba muriendo de cáncer) lo hizo volver a Linz. Solamente retornó allí después de su muerte (21 de diciembre de 1907)"
"Le fue otorgada una pensión de huérfano y con los pequeños ahorros dejados por su madre tuvo algo con qué mantenerse. Muy pronto le siguió su amigo Kubizek, a quien había convencido para que siguiera su ejemplo e ingresara en el Conservatorio de Viena. Ambos compartieron una habitación en el segundo piso de una casa en el Stumpergasse, cerca de la Estación oeste en la cual escasamente había lugar para el piano de Kubizek y la mesa de Hitler"
"Las mujeres se sentían atraídas por él, pero Hitler
les demostraba la más profunda indiferencia"
"Su carencia de certificado de estudios superiores le impedía la entrada a la escuela de Arquitectura. Intentó ingresar en la Academia de Bellas Artes, pero por dos veces fue rechazado"
"Los cuatro años que pasó en Viena, de 1909 a 1913, fueron los más desdichados de su vida, según él mismo confesó. Viena, al principiar el año 1909 era todavía la ciudad imperial, la capital de un Imperio Austrohúngaro de 50 millones de almas cuyas fronteras se extendían desde el Rin al Dniéster y de Sajonia a Montenegro"
Hitler encantado de hallarse junto a compañeros masculinos durante la I Guerra Mundial con los que tenía sus escarceos sexuales. Más adelante, para esconder su homosexualidad, afirmaba estar casado con Alemania
"En noviembre de 1909 Adolfo se vio en la necesidad de abandonar el cuarto amueblado en el que vivía por carecer de dinero para cubrir el alquiler. Se mudó a una residencia de varones situada en el número 27 de la calle Meldemann, en el distrito XX de Viena, al lado opuesto de la ciudad y cerca del Danubio"
"Reinhold Hanisch, un vagabundo originario de la Bohemia alemana, trató entonces mucho a Hitler. Cuenta lo siguiente: Hitler me propuso que falsificásemos cuadros. Me contó que ya en Linz había pintado algunos paisajes al óleo, los había metido en un horno para que adquiriesen pátina y había logrado en varias ocasiones venderlos como valiosas obras de arte antiguas"
"Hitler realizó copias de escenas vienesas que Hanisch vendía en tabernas y ferias, o bien a pequeños comerciantes que buscaban algo con que llenar los marcos para cuadros, a fin de hacerlos más atractivos. Lograron sostenerse por estos medios hasta el verano de 1910, en que riñeron al dividir las ganancias"
"En el asilo donde Hitler dormía y comía, según Hanisch, sólo paraban los vagabundos y los borrachos. Hitler era perezoso y taciturno. Le disgustaba el trabajo constante. No fumaba ni bebía. Sus pasiones eran leer los periódicos y hablar de política"
"Unas personas, al oírle, se reían de él, mientras que otras se mostraban extrañamente impresionadas por su impetuosidad. A todos los que lo conocieron les chocaba la rara mezcla que había en el carácter de Hitler de ambición, energía e indolencia"
"Leía muchísimo, pidiendo prestados los libros a las bibliotecas públicas, pero sus lecturas era indisciplinadas y faltas de sistema"
"La gente lo encontraba raro y un tanto desequilibrado. Dio rienda suelta a los odios que alimentaba en contra de los judíos, de los sacerdotes, de los socialdemócratas y de los Habsburgo"
"La política, aseguraría Hitler más tarde, es el arte de saber utilizar todas las debilidades de los demás para los propios fines"
"Jamás, ni en el caos final, aceptó la derrota y se mantuvo firme en la creencia de que podía cambiar el curso de los hechos sólo con aplicar su fuerza de voluntad"
"Su desconfianza en los hombres corría pareja con el menosprecio que sentía por ellos. Les movía el miedo, la ambición, el afán de poder, la envidia, y a menudo, otros motivos ruines e insignificantes"
(Wiltshire, 1914 - Oxfordshire, 2004)
Historiador británico
"Sentía un desdén particular por las masas. Se asió tenazmente a la convicción de que era muy superior a la gentuza con la que se veía obligado a convivir"
"Hitler creyó descubrir que los obreros eran víctimas de un sistema de corrupción y envenenamiento organizado deliberadamente por los dirigentes del partido socialdemócrata, quienes con todo cinismo explotaban la miseria de las masas para provecho de sus propios fines"
"Todo lo que Hitler dijo o escribió acerca de los judíos no fue otra cosa que un reflejo de los libelos y periódicos antisemitas que leyó en dicha capital antes del año 1914. El lenguaje que emplea tiene, como mancha soez, la de ser el lenguaje que encontramos en casi toda la literatura antisemita: ¿Existe algún negocio sucio, alguna inmundicia, principalmente entre el mundo oculto, en la que no participen o participe cuando menos un judío?"
"Hitler pronto logró convencerse a sí mismo de que, detrás de la inquietud social que él intuía, existía una conspiración mundial de los judíos para destruir y subyugar a los pueblos arios como un acto de venganza ante su propia inferioridad"
"Los judíos son los responsables de haber traído negros a Alemania con el fin de bastardear a la raza blanca a la que odian"
"El antisemitismo de Hitler no tuvo relación alguna con la realidad, sino que fue más bien producto de la pura fantasía"
"Desde sus años escolares fue un nacionalista alemán apasionado. En seguida gritaba e insultaba a sus opositores con una nota de histerismo en el timbre de la voz"
"Un motivo especial para que Hitler odiase al partido socialdemócrata era que éste rehusaba dar su apoyo a los sectores pro alemanes y alentaba, en cambio, el conflicto de clases a costa de la unidad nacional"
"Hitler llegó a la conclusión de que la psiquis de la gruesa masa es accesible sólo al que es fuerte e inflexible, y que las masas proletarias prefieren el que ordena al que suplica"
"El arte del caudillaje —escribió Hitler— consiste en fijar sólidamente la atención del pueblo en contra de un sólo adversario"
"Hitler ensalzó constantemente la fuerza bruta sobre la fuerza de las ideas y encontró placer en demostrar que los hombres se dejan gobernar por la codicia, el miedo y las más bajas pasiones"
[Fragmentos extraídos de Bullock, Alan: Hitler, (título original: Hitler: a study of a tiranny), Barcelona, Editorial Bruguera, 1974, (4ª edición), (edición de bolsillo, colección "libro amigo", nº 119), (traducción de E. Lad de Saro, J. Luelmo, A. Lázaro Ros y A. Vergara), pp. 894, pvp: 90 pesetas]
Una biografía sin desperdicio y accesible a todo el mundo
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