miércoles, 27 de octubre de 2010

La aventura sentimental que corre por mis venas



IDILIO SANGUÍNEO

En mi sangre el colesterol y el azúcar
viven un romance apasionado, encendido.
Su deseo aumenta cada día sin sentido
porque si me matan habrán cavado su tumba.


Cementerio de Montparnasse
Sepulcro del pintor mexicano
Julio Ruelas
(Zacatecas, 1870 - París, 1907)

Les place enzarzarse mientras mi boca degusta
un helado o una pizza. Construyen un nido
íntimo cuando ingiero hidratos y lípidos.
Luego, por la noche, pactan tregua y barruntan



con qué alimentos grasos volverán a unirse
entre sí. Su atracción refulge de calorías
y ruborizan mi tensión muy cerca del límite



donde se alcanza el infarto. Yo no sabía
que esa pasión vivía al compás de mis sístoles
y que anegado de tanto amor me moría.


1 comentario:

  1. Lo primero que quiero decirte, es que me parece increíble que de una situación tal hayas "parido" este magnífico poema. Especialmente me ha gustado el final y me ha sobrecogido también:

    "donde se alcanza el infarto. Yo no sabía
    que esa pasión vivía al compás de mis sístoles
    y que anegado de tanto amor me moría."

    No obstante, lo más importante es darte ánimos y esperanza en que las cosas mejoren, especialmente si ya estás sobre aviso.

    Cuida tu corazón como si de un tesoro preciado se tratase.

    Un beso enorme

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