EL ESTADO DE LA ENSEÑANZA
La vi subir las escaleras con rostro de amargura
mientras yo las bajaba. Sabía lo que le esperaba:
un vocerío de gritos, una confusión en mescolanza,
una falta insolente de respeto, una tortura.
Viñeta humorística de "Forges"
Antonio Fraguas de Pablo
(Madrid, 1942)
Seguro que pensó de joven en otra edad futura.
Creería en unos críos con pupilas de esperanza
irradiándole en los ojos. Esperaría una infancia
díscola pero sujeta a unas normas, no la burla
en que se han convertido las leyes pseudoeducativas.
Para expulsar a un alumno hay un período largo
de instrucción que desemboca en una expectativa
de sentencia por parte de un juez instructor. Si el fallo
es positivo, por cada pupilo expulsado te envían
dos. El castigo es un cambio de centro o un descanso
de varios días en casa. En cuanto al nivel de las criaturas,
se exige que pasen de curso aunque no estudien nada.
Si no lo hacen es porque no les motivan. La basura
de la mal llamada educación así es como se despacha.
Y que nadie ose alzar la voz en esta dictadura
de los niños que desde muy pronto abusan y maltratan.
Mi respeto y admiración a cuantos batalláis a diario en el campo educativo.
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