jueves, 27 de enero de 2011

El magnate al que los italianos envidian y votan


Silvio Berlusconi
(Milán, 1936)
"Il Cavaliere" por haber recibido la Orden del Mérito al Trabajo en 1977

[Primer Ministro de Italia durante tres periodos, líder del partido "Pueblo de la Libertad", propietario del club de fútbol AC Milán, poseedor de canales y medios de comunicación englobados en Mediaset, la productora de contenidos Endemol, la editorial Mondadori, los periódicos "L'Espresso", "Il Giornale", "La Reppublica", las revistas "Época" y "Panorama", diversos portales de acceso a Internet, la cadena de tiendas de alquiler de vídeos "Blockbuster" y participaciones en compañías punteras como Olivetti. Con un patrimonio de más de 6.500 millones de dólares es la septuagésima persona más rica del mundo. Su nombre apareció en una lista de miembros de la logia masónica P-2 implicada en el asesinato del Papa Juan Pablo I y se le ha vinculado a la mafia calabresa N'Drangheta]

FLAUTA DE SILVIO

Un viejo sátiro sin patas de macho cabrío, dueño de la nación, baranda de las televisiones, se ha puesto la bota y se distingue por su afición a perseguir muchachas. Se cree tan virtuoso con la flauta que llegará a retar al divino Apolo. Como dice el viejo cancionero, desde el rey hasta el gañán, de la infanta a la pastora, y desde Adán hasta ahora, han jodido y joderán. Ese asunto no tiene enmienda, y si no, enciendan la televisión y vean Italia convertida en un plató de Gran Hermano, en un serrallo con un abuelo priápico y avinagrado haciendo de Casanova, rodeado de pendones que los jueces toman por doncellas en secuencias cercanas a los últimos días de Sodoma.


Piscina de Villa Certosa en el nordeste de Cerdeña donde tenían lugar las fiestas del célebre "bunga-bunga" con striptease de varias chicas y juegos eróticos después de la cena y el baile

Busconcitas, más catadas que colmenas, van y vienen al palatino de Villa Certosa reescribiendo El Satiricón. Las desamparadas, después de haber mantenido relaciones sexuales con el dueño de la casa y de sus invitados, la casta política más corrupta del universo, arramblan con todo cuanto de valor encuentran. El Papa le ha dado el cante al primer ministro, la mitad de los que votan lo maldicen; lo maldicen y le seguirán votando, aunque hay que reconocer que por lo menos allí se divierten. Toda Europa está hecha una braga, los alemanes nos vigilan desde el puesto de mando del campo a ver si trabajamos mientras Italia es una prenda interior y una orgía. El emperador, que es además el bufón pichabrava, por el mismo precio confiesa que no ha leído un libro desde hace quince años. ¿Para qué si el erotismo es cultura y las sábanas, novelas y películas?


Caricatura realizada por David R. Darrow para la revista "Vanity Fair"

Hace unas horas Silvio Berlusconi ha entrado en el plató por un teléfono de aludidos, como ocurre en cualquiera de sus programas españoles. Lo ha hecho, sin cobrar, para desmentir que haya mantenido relaciones con una marroquí menor de edad. En vivo y en directo se enfrentó al presentador. Gritaron, se insultaron, subieron la audiencia. El primer ministro calificó la transmisión de "disgustosa", desagradable, infame y repugnante. Pronto el locutor de la bronca, que le recordó al ministro que esa televisión no era la suya, trabajará en la del primer ministro y se dedicará como los otros a buscarle velinas.


Karima Keyek
(Marruecos, 1992)
Alias "Ruby Rubacuori" ("Rubí, la robacorazones")
La inocente velina que por escasos meses era menor de edad cuando asistía a las fiestas de la villa milanesa de Arcore (recibiendo 5.000 euros y una joya por cada uno de sus servicios), le pide ahora 5 millones de euros a Berlusconi por callar o hacerse pasar por loca. Un angelito la niña

¿Qué no habrá visto la vieja y bellísima loba desde Ovidio a Pasolini, desde Nerón a Mussolini? A Pietro Aretino lo protegía el Papa y Roma siempre fue el centro de la perdición. Lo que ahora ocurre tiene de nuevo que la democracia va degenerando. Esta no es la Italia que amó toda la inteligencia mundial y Jean-Paul Sartre cuando dijo: "Si pudiera, quisiera ser comunista italiano". El último emperador romano es más hortera que Tiberio, aunque menos criminal. A Tiberio le llamaban Biberio o Caldio en lugar de Claudio.

(Artículo de opinión escrito por Raúl del Pozo para el periódico "EL Mundo" y publicado el miércoles, 26 de enero de 2011)


Raúl del Pozo
(Cuenca, 1936)
Un escritor enciclopédico y polifónico
El mejor columnista del idioma español

1 comentario:

  1. No acabo bien de entender como un país de tanta tradición cultural como Italia tiene a un bufón de Primer Ministro.
    Saludos

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