jueves, 10 de mayo de 2012

Sobre la ineficacia del gobierno nacionalista canario




CÓMO SE JODIÓ CANARIAS

Durante los años del esplendor económico, a los que inevitablemente ha seguido el ciclo de la crisis, como a la tempestad le sigue la calma y al día la noche y a la lluvia la sequía, algunos empresarios y políticos descalificaban a 'los del no'. A los que creían que todo no valía para ganar dinero, que el empleo logrado con buñuelos de viento se convertiría en paro, que los fondos que Europa entregaba para la cohesión norte-sur había que administrarlos con austeridad y eficiencia y visión de futuro. "Los que están contra todo son un calvario, hacen perder muchísimo dinero", decía un engolado empresario que recriminaba su torpeza y falta de patriotismo a los "periodistas confundidos".


Hay zonas costeras de las Islas Canarias
en las que se hubiera construido en el mar si los ladrillos flotaran


Nos impusieron la televisión autonómica, cuando ya había televisiones locales que podían cubrir el localismo, hacer reportajes de senderos, espacios folclóricos, documentales sobre el timple o investigaciones eruditas sobre las carajacas. Y la radio autonómica, con el dial que no daba abasto para tanta diversidad. Al nacionalismo también se le ocurrió crear la 'guanchancha' justo cuando disminuían los índices de delincuencia; dispendio al que se han sumado autopistas, viaductos, ampliaciones irresponsables de muelles, reposición de farolas en perfecto estado, adjudicaciones extravagantes, incompetencia abrumadora en la administración de la sanidad, la educación.


Pedro de Armas, concejal del "Partido Nacionalista de Lanzarote/Nueva Canarias", disfrutando de cuatro meses en el Caribe con facturas de teléfono móvil  y secretaria personal en su despacho a cargo del erario público


Mucho acero inoxidable, mucha burocracia y papeleo para la recaudación de los impuestos propios, mucho pisto y ringorrango en flotas de automóviles y barcos, muchos enchufados inútiles: inútiles porque sobran e inútiles porque no saben hacer la 'o' con un canuto, viajes de república bananera, una tómbola de subvenciones desquiciadas, etc.




El nacionalismo, con la inestimable ayuda de la derecha, ha gobernado veinte años en los que se ha despilfarrado la 'hucha' que podría haber sido una estupenda y eficaz 'caja de resistencia' para la época de las vacas flacas. Quizás en la Península y en el resto de Europa no haya la suficiente experiencia con la maldición de los 'dientes de sierra', pero la historia de Canarias es una historia de cracs intermitentes. Los de los monocultivos no hace falta estudiarlos: cualquier campesino puede dar un máster lleno de sentido común.


José Manuel Soria
(Las Palmas de Gran Canaria, 1958)
Actual ministro de Industria, Energía y Turismo
tras su conversión al islam como Mojamé del Petrolí

El azúcar, la cochinilla, el vino o el plátano, que cuando se hunden siempre hay pulgas para el perro flaco. Desde que el turismo se convirtió en un sector económico clave, ha habido varios episodios en que el modelo entró en quiebra técnica. Sea por la guerra del Golfo, por el precio del crudo, o por esa inmoderada costumbre de construir hasta el exceso tentando al diablo de la demanda.




Y luego, cuando la desgracia nos rodeaba y el paro se multiplicaba y los comercios desaparecían, nadie reflexionaba y tomaba decisiones. Y los que lo hacían pidiendo moderación urbanística y menos euforia 'creativa'  eran tildados de obstruccionistas. El gallo no se acordaba de cuando fue pollo. Gracias sin embargo a los 'agoreros', la maquinaria turística funciona. ¿Habría sido lo mismo si se hubiera construido como algunos pretendían? El mercado, que todo lo regula (mal, como es obvio), habría provocado un tsunami, un desastre económico. Entonces muchos habrían clamado: ¿por qué nadie lo advirtió?




Más vale prevenir que curar, decía Ramón Sánchez Ocaña en un afamado programa de televisión. Aquí nadie previó nada, aquí vivimos en la tierra de las paradojas. La mayor inversión europea por habitante en formación y empleo ha terminado en el mayor índice de desempleo de Europa. "Amárreme esa mosca por el rabo", me decía un avispado mago de Sataute mientras tomaba un carajillo en la cafetería "Mallow" de San Mateo. Pero no hay hilos para tantas moscas. Lo triste es que en Canarias, gracias a su REF y a sus singularidades estratégicas, la tumoración del sistema desatada por la codicia y por qué no decirlo, la impudicia que todo lo está arrasando, podía haberse contenido y ser el Archipiélago un oasis de bienestar en España. Bueno, por lo menos está escrito, y así constará en la historia.

(Artículo de opinión escrito por Ángel Tristán Pimienta y publicado
en el periódico "La Provincia" el jueves 10 de mayo de 2012)


Ángel Tristán Pimienta
(Las Palmas de Gran Canaria, 1948)

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