Bruce Springsteen
(Long Branch, New Jersey, 1949)
STREETS OF PHILADELPHIA
I was bruised
and battered,
I couldn't tell what I felt.
I was unrecognizable to myself.
I saw my reflection in a window
and I didn't know my own face.
Oh, brother, are you gonna leave me
wastin' away on the streets of Philadelphia?
I walked the avenues 'til my legs felt like stone.
I heard the voices of friends vanished and gone.
At night I could hear the blood in my veins
just black and whispering as the rain
on the streets of Philadelphia.
Ain't no angel gonna greet me.
It's just you and I my friend.
My clothes don't fit me no more.
I walked a thousand miles
just to slip this skin.
The night has fallen, I'm lying awake.
I can feel myself fading away,
so receive me brother with your faithless kiss
or will we leave each other alone like this
on the streets of Philadelphia.
(Canción compuesta por Bruce Springsteen en 1993 e interpretada por él mismo en 1994. Se publicó en single y formó parte de la banda sonora de una película homónima sobre el drama del SIDA entre la población gay)
I can feel myself fading away,
so receive me brother with your faithless kiss
or will we leave each other alone like this
on the streets of Philadelphia.
(Canción compuesta por Bruce Springsteen en 1993 e interpretada por él mismo en 1994. Se publicó en single y formó parte de la banda sonora de una película homónima sobre el drama del SIDA entre la población gay)
ABANDONADO EN LAS CALLES
DE FILADELFIA
Fui tan
humillado y maltratado
que no podrías
imaginar cómo me sentí.
Quedé
irreconocible para mí mismo.
Me vi reflejado
en el cristal de una ventana
y no identifiqué
ni mi propio rostro.
Amigo, ¿vas a
dejarme hundir en las calles
de esta ciudad antigua
e inhóspita?
Paseé por las
avenidas hasta que mis piernas
se endurecieron
como rocas.
Escuché las
voces de los amigos
que se
desvanecieron en el pasado
y están muertos
ahora.
Por la noche
escuchaba los latidos
del corazón impulsando
la sangre
en mis venas.
Absolutamente solo
y desesperado,
como un relámpago,
recorrí las calles
de Filadelfia.
Ningún alma
caritativa vino a saludarme.
Ésta es una cuestión
entre los dos, amigo mío.
Las ropas ya se me
caen por haber perdido
tanto peso.
Caminé miles de kilómetros
hasta conseguir quedarme en los huesos.
La noche se ha
cerrado y sigo despierto.
Puedo sentir
cómo me voy apagando.
Acógeme,
hermano, aunque sea con un beso
carente de
aliento. O si no, dejémonos
ir cada uno por
su lado en estas calles
glaciales y
desiertas.
(Traducción de Andrés González Déniz)
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