sábado, 29 de diciembre de 2012

Feliz año 2013 para los que se están aprovechando

 
  
 LA CRISIS NO ES CASUAL
 
Los bancos prestaron dinero a quienes sabían que no podrían pagarlos. Supongo que para utilizar a los sujetos hipotecados como financiadores de parte de los inmuebles que les iban después a incautar bajo la fórmula del desahucio. Una jugada perfecta, habida cuenta de que en nuestra legislación no se contempla la dación en pago. Si alguna entidad bancaria la ha aceptado será tras negociar o por dictamen de un juez. Ésa es la razón de que siempre digan que analizarán cada caso en particular.
 
 
En estos momentos el mundo está poblado por gente muy rica que exige unos desorbitados intereses por el dinero prestado a quienes los medios de comunicación (más bien de “desinformación”) ocultan bajo eufemismos como “los mercados financieros”, las “agencia de rating” o las “tasas de préstamo interbancario”, etc., pero ninguno de estos tecnicismos que usan los economistas tiene a su nombre los yates que atracan en las Bahamas o las islas Caimán.
  
 
El mundo siempre se ha dividido en idiotas y listos, fuertes y débiles, abusadores y explotados. Lo que está ocurriendo en el sistema capitalista es una especie de orgía de la codicia que celebran los que financian esta partitocracia para embadurnarse de dinero con la especulación a costa del sufrimiento de los que aún conservan un empleo, y sin importarles un bledo mermar a las clases medias incluso buscando su desaparición.
  
Viñeta de Esteban
 
Pese a esta sofocante realidad, vivo tranquilo porque esto forma parte de un ciclo. Los que disfrutan los intereses de los empréstitos tarde o temprano necesitarán que la economía real vuelva a levantarse. Es decir, que volverán a abrir los grifos del crédito y se creará otra bola de nieve que irá agigantándose hasta la siguiente crisis. En este proceso unos maquinan por mantenerse arriba y otros luchan por salir de abajo. Siempre lo mismo. En los trajines de los seres humanos nada cambia en el fondo.
 
 Viñeta de Forges

Lo vergonzoso es ver cómo utilizan la palabra “democracia” para justificarlo todo, incluso la guerra con la excusa de exportarla a otras naciones con otra visión del mundo y de la vida, cuando con este sistema político tan ensalzado nos hemos visto hundidos en una maraña de corrupción insoportable. España misma tiene diecisiete gobiernos autonómicos cuando realmente lo que necesita es uno fuerte, sólido y equitativo.

Viñeta de Montoro

Decirlo hoy es anatema todavía porque hay demasiados visires en el reino de taifas ibérico que no sólo quieren seguir mangoneando, sino incluso independizarse para que el control del latrocinio en sus manos sea absoluto, sin nadie que les fiscalice lo que roban ni lo que piensan robar. Pobre país el español al que algunos procuran llamar Estado porque les escuece llamarlo por su nombre. Pobre nación, la española, con tanta gente que se envidia o se odia. Pobre España donde cada uno tira por su lado. Ni siquiera letra en el himno tenemos por cómo abundan entre nosotros el cainismo, las fobias territoriales y el uso hipócrita de la palabra “solidaridad”.

 

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