Las tres columnas del templo períptero de Cástor y Pólux
con la iglesia barroca de Santa Martina y San Lucas al fondo
LA
CIUDAD INOLVIDABLE
Las
ruinas de Roma permanecerán invictas
a través
del tiempo. El exhorto de Majencio
resuena
sobre el puente Milvio y su templo:
¡Constantino,
no podrás vencer bajo el signo
de la
Cruz infiel a quienes los dioses latinos
defendemos,
los de nuestros sagrados ancestros!
El
cuerpo de Heliogábalo bajo el infecto
Tíber
se hunde y el de Giovanni Borgia, hijo
del
papa Alejandro, flota sobre las aguas.
Julio
César, de niño, se bañaba en el río
soñando
hacer grande y fuerte a su patria,
borrando
para siempre la constante amenaza
de los galos.
Cayo Mario vence a los cimbrios
y conmemora
el triunfo por la Vía Sacra.
(Soneto escrito por Andrés González Déniz)
La Vía Sacra en la actualidad. A la izquierda sobresale la columna
corintia dedicada al emperador bizantino Focas erigida en el siglo II
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