jueves, 23 de enero de 2014

Una sutil incursión por los hipogeos microscópicos


Eugene Chudnovsky y Javier Tejada: El viaje de Cloe (un recorrido insólito a través del universo, los fenómenos naturales, las tecnologías y el ser humano), Barcelona, Destino, 2013, (colec. "booket", nº 3344), pp. 206

APUNTES SOBRE LA EXISTENCIA

Un electrón gira alrededor de un protón
como la Tierra hace lo propio en torno al sol.
La energía del universo está asociada
a su masa, mientras que la energía negativa
a la fuerza de atracción: si ambas se sumaran,
se contrarrestarían dando resultado cero,
justo el punto de partida antes de la creación
del cosmos, estado anterior a la gran explosión.


Composición del constituyente básico de la materia ordinaria


Cada vez que un electrón cae de una órbita
a otra más pequeña emite un fotón, y cuando
asciende, lo absorbe. Los electrones que chocan
en la atmósfera contra los átomos dispersos
en ella obtienen energía que los elevan
a órbitas superiores para volver a caer
en millonésimas de segundo y emitir
luces amarillas y verdes cuando colisionan
contra los átomos de oxígeno, o azul
si es contra los de nitrógeno. Así es como
las auroras boreales se forman. Los rayos gamma
están compuestos de unos fotones tan energéticos
que se comportan como partículas. Los fotones
de la luz se curvan en el interior de las gotas
de agua al atravesarlas y salen otra vez
en línea recta, tal como entraron, formando
los haces de color del arco iris, lo que demuestra
su conducta lumínica como fotones y ondas.


Aurora boreal en la ciudad noruega de Tromsø


Llueve cuando una corriente de aire caliente
—un gas en ascenso— es incapaz de sostener
y seguir empujando el peso de las gotas de agua
reunidas en las nubes. Graniza cuando no puede
mantener los cristales de hielo que las componen.


Los rayos son fundamentalmente flujos de electrones


El campo magnético de nuestro planeta atrae
a los electrones que, repeliéndose entre ellos,
chocan en el interior de las nubes con moléculas
de oxígeno a las que arrancan un electrón.
Cuando este proceso se multiplica, tenemos
cientos de miles de electrones que se dividen
en dos corrientes: una que enfila su camino
como rayos, y otra que se recombina con iones
positivos originando un enorme flujo
de fotones de luz que dan lugar a los relámpagos.
Como este mecanismo recalienta el aire
de las nubes, éstas se expanden con tal rapidez
que provocan explosiones de ruido: son los truenos.


Eugene Michael Chudnovsky
(San Petersburgo, Rusia, 1948)
Profesor de Física en la Universidad de Nueva York


Cuando un protón choca contra un electrón,
ambos se diluyen formando dos fotones gamma.
Si un electrón avanza más deprisa que un fotón
dentro de un medio material, líquido o sólido,
deja una estela de color azul durante
su trayectoria. En el interior de las estrellas
se producen escisiones nucleares semejantes
a las de bacterias que se dividen y replican.

Morir es simple y vivir muy complejo. Los hechos
reales que observamos deben corroborarse
con imágenes preexistentes en el cerebro
para ser aceptados. Nuestra mente se inclina
en su actividad por anticipar el futuro.




El binomio humano y máquina hoy impera
en la Tierra. La velocidad sónica es mayor
en los elementos sólidos, puesto que los átomos
que los forman están más rígidos, cohesionados
y juntos. En el aire es de unos trescientos metros
por segundo, mientras que en el interior
de un sólido es de varios miles.
Las ondas con una frecuencia
de millones de ciclos por segundo, imposibles
de oír, constituyen los ultrasonidos. El hombre
creó los dioses a su imagen y semejanza,
luego procedió a hacer lo mismo con las máquinas.
El ser humano sólo es capaz de sobrevivir
dentro de un rango limitado de condiciones
de temperatura ambiental y presión barométrica,
por lo que su fin cataclísmico es muy probable.


Javier Tejada Palacios
(Castejón, Navarra, 1948)
Catedrático de Física en la Universidad de Barcelona

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