Félix Grande Lara
(Mérida, 1937 - Madrid, 2014)
Poeta, narrador, crítico y flamencólogo
CASIDA
DE LA ALTA MADRUGADA
Cuando
te acuerdes de mi cuerpo
y no
puedas dormir
y te
levantes medio desnuda
y
camines a tientas por tus habitaciones,
borracha
de estupor y de rabia,
en
algún lugar de la Tierra
yo
andaré insomne por algún pasillo
careciendo
de ti toda la noche
oyéndote
ulular muy lejos y escribiendo
estos
versos degenerados.
DEL
ÁRBOL DE LOS TIEMPOS
Del
árbol de los tiempos nos hemos desprendido
bajo
todo un sistema de galaxias de años;
y ahora
estamos mirándonos y nos vemos extraños
igual
que dos océanos que se hubieran unido;
hemos
viajado tanto, es tan hondo el misterio
de
coincidir, y amarse, desde vías tan remotas...
Aún
estamos buscándonos en el tiempo: dos motas
de
polvo de ciprés tanteando un cementerio;
nos
estamos mirando como dos aves pobres,
lastimados
de vuelo, lastimados de espacio,
lastimados
del tiempo que nos ha estado viendo;
nos
estamos mirando lo mismo que dos sobres
cerrados
el uno frente al otro que, despacio,
se van
abriendo, se van abriendo, se van abriendo.
SI TÚ
ME ABANDONARAS
Si tú
me abandonaras te quedarías sin causa
como
una fruta verde que se arrancó al manzano,
de
noche soñarías que te mira mi mano
y de
día, sin mi mano, serías sólo una pausa.
Si yo
te abandonara me quedaría sin sueño
como un
mar que de pronto se quedó sin orillas,
me
extendería buscándolas, con olas amarillas,
enormes,
y no obstante, yo sería muy pequeño;
porque
tu obra soy yo, envejecer conmigo,
ser
para mis rincones el único testigo,
ayudarme
a vivir y a morir, compañera;
porque
mi obra eres tú, arcilla pensativa:
mirarte
día y noche, mirarte mientras viva;
en ti
está mi mirada más vieja y verdadera.
ELOGIO
DE LA DESOBEDIENCIA
Mientras
nos lo prohíben
juguemos,
sí, con fuego
un
himno a los que viven
como
una brasa el juego.
En la
ocasión primera
huye
del lento hielo y arrójate en la hoguera.
Atizarán
el fuego mientras bramas
y
escupirán al fuego,
mas tu
sentido sólo está en las llamas.
Para
ellos la razón, para ti el juego.
En la
ocasión primera
devuélveles
su frío y arrópate en la hoguera.
Únicamente
vive lo que arde,
alabado
sea el fuego.
Abrásate
de amor, juega tu juego,
que el
amor te preserve y que el fuego te guarde.
Y en la
ocasión primera
besa
humilde las llamas horribles de la hoguera.
(Poemas escritos por Félix Grande Lara)
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