sábado, 4 de enero de 2014

Una película onírica, felliniana y decadente


 
 Toni Servillo sentado delante de Marforio, la divinidad del río Tíber que fue hallada en el foro de Augusto y hoy se encuentra en el patio del Palazzo dei Conservatori situado en la Piazza del Campidoglio de Roma
 
UNA PELLICOLA
DI SERENA BELLEZZA
 
Decimos mentiras para esconder la fragilidad.
Nos pasamos la vida haciéndonos propósitos.
Mentimos para no medirnos con nuestra mezquindad.
 
La nostalgia es la única distracción para quien
no cree en la posteridad. El arte es un truco
como hacer desaparecer una jirafa
en las antiguas termas del emperador Caracalla.

Las vanguardias se rompen la cabeza
al enfrentarse a las obras clásicas.
 
Carece de sentido escribir
para una fauna ignorante.
 
 
El actor italiano Toni Servillo interpreta magistralmente al protagonista Jep Gambardella, un escritor estéril que se comporta como un dandi lúcido y equilibrado, personaje que evoca al Lord Henry Wotton que Oscar Wilde ideó para su obra "El retrato de Dorian Gray"
 
La belleza es una bandada de flamencos
que en su anual emigración itinerante
hace un alto para posarse en una terraza
con vistas al Coliseo de Vespasiano en Roma.
 
El primer amor da un paso hacia atrás
antes de besarnos, desnuda sus senos blancos
y se hunde en el pasado inalcanzable.
 
Vivir es como ascender de rodillas los peldaños
de la Escalera Santa de San Juan el Apóstol.
 
Percibimos dolor al recordar el placer fugaz
sabiéndonos ir en pos de la miseria de la muerte
en medio del estrépito de un mundo deshonroso.
 
 
Toni Servillo
(Afragola, Nápoles, 1959)
Un gran actor capaz de modular en su expresión los sentimientos

No hay comentarios:

Publicar un comentario