Una recopilación de la preceptiva militar romana

  

 

 Flavio Vegecio Renato, de quien no poseemos imágenes, fue un escritor cortesano del emperador Teodosio I que vivió entre los siglos IV y V d. C.

 

COMPENDIO

DE

TÉCNICA MILITAR

 

(EPITOMA REI MILITARIS)

 

"El buen general debe conocer con exactitud la capacidad del enemigo, no se deben llevar a combate reclutas sin adiestrar, se debe evitar la confrontación abierta y también impedir trabar combate cuando los soldados llegan cansados de marchar y si la situación no es propicia"

 

"En todo combate no suelen contribuir tanto a la victoria la cantidad de soldados y el valor innato cuanto la técnica y el adiestramiento"

 

"El conocimiento de la disciplina militar

aumenta la audacia para combatir"

 

"En la disputa bélica un pequeño número de soldados bien adiestrados está más preparado para la victoria, mientras que una muchedumbre ruda y sin entrenamiento se encuentra siempre expuesta a la masacre"

 

"En todos los sitios nacen personas

pusilánimes y personas valerosas"

 

"Se sabe que los Hispanos superaban a los nuestros no sólo en número sino también en fuerza física; siempre fuimos inferiores a los Africanos en ardides y riquezas; nunca ha albergado nadie duda alguna de que en conocimientos y sabiduría nos aventajaban los Griegos. Pero contra todo esto resultó más eficaz elegir hábilmente al recluta, enseñarle las leyes, por así llamarlas, de las armas, fortalecerlos con adiestramiento diario, hacerles conocer de antemano todo lo que puede suceder en la formación militar y en el combate mediante su preparación en el campamento, y castigar con severidad a los haraganes"

 

"Nunca ha habido dudas en la mayor aptitud para las armas de la gente del entorno rural, que se cría a cielo descubierto y en el esfuerzo, resistente al sol, despreocupada de la sombra, desconocedora de los baños, ignorante de refinamientos, de ánimo sencillo, complacida con poco, de cuerpo curtido para soportar cualquier esfuerzo y para quien manejar herramientas, cavar zanjas y llevar peso a cuestas es una costumbre adquirida en el campo"

 

"No puede negarse que desde la fundación de Roma los ciudadanos que habitaban en ella han ido siempre a la guerra, pero por aquel entonces no estaban todavía corrompidos por placeres ni refinamiento alguno. La juventud se lavaba el sudor acumulado por correr y por el trabajo en el campo nadando en el Tíber, el guerrero y el agricultor eran el mismo hombre, tan sólo cambiaba el tipo de arma"

 

"Nadie ignora que se debe ceñir la leva al inicio de la pubertad, pues se asimila no sólo más rápidamente sino también mejor lo que se aprende de niño. Además, la agilidad militar, el salto y la carrera deben ejercitarse antes de que el cuerpo se vuelva perezoso con la edad"

 

 

"Quienes tratan de rendir al enemigo redoblan la intimidación entremezclando el ruido de las trompetas con el de los soldados"

 

"La rapidez es la que mediante el entrenamiento

hace potente al guerrero"

 

"La desesperación entraña una especie

de exigencia de valor"

 

"Quinto Cecilio Metelo, llamado Numídico, recibió en África la jefatura de un ejército vencido bajo el mando de Aulo Postumio Albino y corrigió sus defectos de acuerdo a la preceptiva antigua con tal eficiencia que más tarde consiguieron derrotar a los mismos que les habían hecho pasar bajo el yugo"

 

"No hay excusa para la negligencia

cuando está en juego la vida"

"Por mucho tiempo que lleve un soldado en servicio, desentrenado es siempre como un recluta"

"El brillo de las armas infunde gran pavor a los enemigos. ¿Quién puede pensar que un soldado es belicoso si por su negligencia lleva las armas sucias y oxidadas?"

"Inevitablemente asume mayor riesgo en la lucha aquel que al llevar la cabeza y el pecho protegidos no teme ser herido"

"No hay nada que el ejercicio

diario no haga muy fácil"

"Un grupo de gente nunca se alza a la desobediencia de común acuerdo sino que ésta es incitada por unos pocos que esperan que transgredir las normas con mucha gente signifique la impunidad para sus excesos y sus delitos"

"Quien desea la paz, que prepare la guerra"

"No es el esplendor de los trajes ni los raudales de oro, plata y de piedras preciosas los que hacen rendirse a los enemigos a nuestro respeto y nuestra merced; únicamente están sometidos por el temor a nuestras armas"

[Fragmentos escritos por Vegecio Renato, Flavio: Compendio de técnica militar, (título original: Epitoma rei militaris), Madrid, Cátedra, 2006, (colección "Letras Universales", nº 338), (edición y traducción de David Paniagua Aguilar), pp. 399, pvp: 12'68 euros]

 

 

El diseño de la cubierta corrió a cargo de Diego Lara