martes, 13 de octubre de 2009

Del ayer exiguo en contraste con el hoy ufano


Pueblo de Teror alrededor del año 1890


SOBRE UNA ÉPOCA QUE NO PARECE QUE EXISTIERA

He acudido al estadio de fútbol donde se entrenan,
como en un moderno y abierto Campo de Marte, legiones
de jóvenes que se preparan para poder ser campeones
en una lucha, sin cuartel ni tregua, de los sueños que llenan



sus cabezas contra la triste realidad de las lesiones
y la imposibilidad de que lleguen a cuajar sus carreras.
He vuelto a sentir la tierra de secano y la pobreza
que antes ocupaban su lugar: el establo, las raciones,

Fotografía de Francesc Català-Roca

el pozo de agua, la taberna de Frasquita, las partidas
a la baraja o el dominó sobre una carcomida mesa
con el mantel de hule, y las cabras pastando repartidas


por la loma que da a las gradas en forma de escalera.
He visto que nadie recuerda el tiempo de miserias sufridas
y con savia nueva sepultamos la escasez de la posguerra.

Los niños mendigaban así a los turistas que nos visitaban

1 comentario:

  1. precioso soneto nuevamente, monsieur.
    Y bien esta que no se recuerden miserias sufridas. Mejor estaria aun que no se volvieran a sufrir, aunque eso cada vez lo tenemos menos garantizado.
    Fascinante la imagen de esa mujer sentada a la puerta.

    Buenas noches, monsieur

    Bisous

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