miércoles, 21 de octubre de 2009

Mis raíces están en un cementerio que me llama


María Déniz Sánchez
(Teror, 1931 - Las Palmas de Gran Canaria, 1992)

AVE MATER

El lugar por el que me asomé al mundo es ahora
un hueco entre dos fémures detrás de una lápida.
El vacío de la vida diaria sin mi progenitora
marca cada aniversario una muesca más trágica


Mi madre (izda.) junto a su hermana Sofía y su prima Maruca
(Año 1949 aproximadamente)

en este cuerpo que algún día será otro cadáver.
Las dulces manos que me acariciaron con paciencia
y dieron el calor del consuelo a mi existencia
son, desde hace tiempo, desnudas y frías falanges.


Montado en un caballito con mi madre y mi hermana Mary
(Fotografía tomada probablemente en 1962)

Las flores que le llevo cada principio de noviembre
no duran mucho y se marchitan, porque son reales.
El paño humedecido con el que limpio su nombre,


Apretado a mi madre en el bautizo de Sonia Ortega Sánchez
(Año 1970)

recién da brillo al mármol y resalta sus iniciales,
enseguida se apaga. Me siento solo e inerme
entre gente inhóspita desde que ya no estás, madre.


Mi madre con mi hija en la tarde del domingo 12 de agosto de 1990

3 comentarios:

  1. Me desgarra pensar en el dia en que yo tambien habre de perder a la mia. El tiempo no perdona, y la muerte siempre llega. Creo que nunca estare preparada para eso.

    Buenas noches, monsieur Andres

    Bisous

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  2. Sencillamente precioso y emotivo este poema. Tener conciencia de la orfandad es muy doloroso, tanto como recordar una y otra vez a quienes nos han dejado. Aunque, como decía un amigo mío, en realidad no se han ido: han cambiado de lugar. Ahora los tenemos dentro del corazón.
    Un abrazo, querido amigo.

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  3. Buenas noches Andres ¡ duro es vivir sin tanto amor, tanta entrega!.
    Tal vez aun mas duro sea no "escuchar su voz", no poder abrazarla y sentir "ese calor".
    Tenemos el gran regalo del recuerdo,de tanto compartido, los olores,los dolores, las risas y sobre todo tener cerca a nuestros hijos para que sabiendo que la separación es parte de la vida, aprovechar cada segundo para abrazarnos, regarnos sonrisas, tiernas miradas y mucho amor.
    Felicitemonos por haberles amado y trasmitamos generosamente ese amor.
    Dulces sueños.
    Una mujer

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