viernes, 13 de mayo de 2011

Cuando vas a atrapar la felicidad, se escapa



LIVING NEXT DOOR TO ALICE

Sally called when she got the word.
She said, I suppose you've heard 'bout Alice.
Well, I rushed to the window and I looked outside,
but I could hardly believe my eyes
as a big limousine rolled up into Alice's drive.
Oh, I don't know why she's leaving, nor where she's gonna go.
I guess she's got her reasons but I just don't wanna know,
'cause by twenty-four years I've been living next door to Alice.
Twenty-four years just waiting for a chance
to tell her how I feel and may begin a second glance.
Now I've got to get used to not living next door to Alice.
Grew up together, two kids in the park.
We carved our initials deep in the bark, me and Alice.
Now she walks through the door with her head held high.
Just for a moment, I caught her eye,
as a big limousine pulled slowly out of Alice's drive.


Elisha Ann Cuthbert
(Calgary, Canadá, 1982)

Oh, I don't know why she's leaving, nor where she's gonna go.
I guess she's got her reasons but I just don't wanna know,
'cause by twenty-four years I've been living next door to Alice.
Twenty-four years just waiting for a chance
to tell her how I feel and maybe get a second glance.
Now I've got to get used to not living next door to Alice.
And Sally called back and asked how I felt,
she said: “I know how to help, get over Alice”.
She said: "Now Alice is gone, but I'm still here,
you know I've been waiting twenty-four years
and the big limousine disappeared".
I don't know why she's leaving, nor where she's gonna go.
I guess she's got her reasons but I just don't want to know,
'cause for twenty-four years I've been living next door to Alice.
Twenty-four years just waiting for a chance
to tell her how I feel and maybe get a second glance,
but I'll never get used to not living next door to Alice.
No, I'll never get used to not living next door to Alice.

(Canción compuesta por Mike Chapman y Nicky Chinn.
Fue grabada y llevada al éxito por el grupo "Smokie" en 1976)



VIVIENDO AL LADO DE ALICIA

Mi vecina Sally me llamó cuando la avisaron.
Supuso que yo sabía algo sobre la partida de Alicia,
pero no tenía ni idea. Sentí un vuelco en el corazón,
me dirigí rápido hacia la ventana más próxima,
y al asomarme no pude creer lo que veía:
una gran limusina se aparcaba en la entrada de su casa.
No sé por qué se marcha ni a dónde se va.
Imagino que tendrá sus razones, aunque prefiero
no saberlas, porque durante veinticuatro años
he vivido junto a ella. Ha sido demasiado tiempo
aguardando una oportunidad para decirle lo que siento
y lograr que forme una familia conmigo. Ahora tendré
que acostumbrarme a vivir sabiendo que está muy lejos.
Crecimos juntos jugando desde pequeños en el parque.
Hasta grabamos nuestros nombres en la corteza de un árbol
como si selláramos de ese modo un vínculo de amor eterno.


Shiri Freda Appleby
(Los Ángeles, 1978)

Ahora ella cruza la puerta con la cabeza erguida,
presuntuosa y dándose aires de grandeza.
Por un momento coincideron nuestras miradas
antes de que en el automóvil de lujo se subiera.
Sally volvió después a llamarme para interesarse
por cómo me encontraba. Me aconsejó que me sobrepusiera
y tratara de olvidarla. Dijo que Alicia ya nunca más volvería,
pero que en cambio la tengo a ella, una amiga que también
lleva veinticuatro años esperando por mí. Me juró
que sería mía para siempre, al contrario de la pérfida Alicia,
quien se fue en un potente bólido sin dejar ni rastro.
La verdad es que no sé por qué se fue ni a dónde se la llevan.
Tendrá sus buenos motivos que prefiero ignorar del todo,
pues durante casi un cuarto de siglo estuve esperando
para ver si conseguía enamorarla. Fueron cinco lustros
acariciando el momento de una oportunidad
para declararle mi amor, ocasión que nunca llegó.
Sé que ahora tendré que acostumbrarme a su ausencia,
pero no, creo que nunca podré adaptarme a vivir sin ella.

(Traducción de Andrés González Déniz)


Chris Norman, Alan Silson, Pete Spencer y Terry Uttley

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