Alcanzar la gloria tiene un alto precio
DEEP DARK
(PROFUNDA OSCURIDAD)
(2015)
Un artista fracasado siente que
su vida no tiene sentido. Las esculturas móviles que realiza no se venden, se
ha hecho mayor y para sobrevivir sigue dependiendo de su madre. El hallazgo de
un agujero en la pared de un piso cochambroso va a cambiarle el futuro como
quien encuentra la lámpara de Aladino y se le conceden los deseos más íntimos.
Detrás de un cuadro que se mueve hay oculto un hueco misterioso
Estamos ante una nueva variante
del Fausto que vende su alma al diablo, en este caso no a cambio de una renovada
juventud, sino de la inspiración que conduce al triunfo. Pero Mefistófeles será
esta vez una voz femenina incorpórea, la de la actriz Denise Poirier, a través de un orificio oscuro que le exigirá
una fidelidad excesiva. Este trabajo cinematográfico intriga más que asusta.
El equipo de rodaje filmando a Sean McGrath
Michael Medaglia escribe y dirige
este thriller que dura 79 minutos y se queda corto en razón de las posibilidades
que ofrece el guion. Cabe esperar que no lo haya concebido así pensando en una
secuela, sino por pretender sugerir más de lo que ofrece sin abarcarlo todo.
Por ejemplo, el personaje de Layla interpretado por Mónica Graves, una mujer
interesada en atraer al protagonista, se queda como un cabo suelto en la
película. Digamos que desaparece sin que sepamos nada más de ella.
El eje estructural de esta historia se presta a interpretaciones freudianas
Sean McGrath interpreta un
convincente papel central en la figura del escultor Hermann Haig, mientras que
Anne Sorce destaca por encima de todo el reparto dando vida a la pérfida galerista
Devora Klein. La película muestra un mundo degenerado y perverso en las
exhibiciones de arte moderno que ella patrocina. Gente a la que sobra el dinero
al tiempo que le falta decencia y sensatez.
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
La película termina siendo más inquietante que terrorífica
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