martes, 8 de diciembre de 2015

Te puede costar la vida lo que aparenta ser gratis

 
Una hora y veinte minutos de terror urbano
 
SWEET HOME
(DULCE HOGAR)
(2015)

Por fin una gran película española. Una obra maestra de la dirección cinematográfica. Ni Hitchcock la hubiera hecho mejor. El director, Rafael Martínez, es un prodigio. Cada plano destila un amor profundo al séptimo arte y toneladas de películas como bagaje o, al menos, unas cuantas escogidas y muy bien asimiladas.
 
 
Oriol Tarrida borda el papel de asesino profesional
 
Una joven llamada Alicia ve la oportunidad en un edificio semivacío para hacerle un regalo de cumpleaños a su novio Simon. En él sólo vive un anciano que no quiere irse. Unos sicarios contratados por una inmobiliaria se encargarán de que vivir allí no les resulte nada atractivo.
 
 
Ingrid García Jonsson
(Skellefteå, Suecia, 1991)
Su naturalidad expresiva es alucinante
 
Hay que reconocer que lo peor del largometraje es el final. Puesto que acaba en una cloaca, se echan de menos las consabidas ratas. Total, ya que usaron cucarachas al inicio, hubiera sido un buen broche para cerrar la obra de manera circular. Volvemos a estar frente a un filme en el que todo el terror lo cometen seres humanos perversos de carne y hueso. Nada de zombies, virus mutantes, espíritus malignos ni presencias paranormales.
 
 
Bruno Sevilla (Almería, 1985) e Ingrid García Jonsson
 
Ingrid García Jonsson se revela como una actriz cuyo atractivo físico no desmerece en nada sus capacidades dramáticas, pues ambas resplandecen a la misma altura. La fotografía de Antonio J. García es perfecta. La música de Ginés Carrión no podía ser más apropiada. El guion escrito por el propio director junto con Teresa de Rosendo y Ángel Agudo no deja resquicios a incoherencia alguna. Oriol Tarrida encarna a un asesino profesional implacable en la línea del Jason de “Viernes 13” o el Michael Myers de “Halloween”. Bruno Sevilla se mete en la piel de un novio creíble con los aires de adultescente que requería el personaje.
 
 
Bruno Sevilla, Ingrid García Jonsson y Rafa Martínez
 
En definitiva, una gran película rodada en Barcelona como para insuflar ánimos a los cineadictos que habían perdido la fe en el cine joven, y más aun en el realizado en España.
 
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
 
 
El debut de Rafa Martínez como director
es a la vez su bautismo como genio

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