miércoles, 30 de diciembre de 2015

Sucedió cuando no existíamos para contemplarlo


Esta película de fantasía épica costó 105 millones de dólares
 
10.000 B. C.
(2008)
 
Una epopeya llena de anacronismos como mostrar guerreros montando sobre caballos (que en realidad fueron domesticados en torno al año 2.000 a. C.), esclavos construyendo pirámides con mamuts (la pirámide de Zoser, la más antigua, data del 2.650 a. C. y los proboscídeos se extinguieron hace 3.700 años, con lo que no pudieron coexistir), soldados empuñando armas de hierro (que se empezó a utilizar en el año 1.500 a. C.), aves depredadoras cariamiformes extinguidas hace 2 millones de años y que además habitaron solamente en América del Sur, o granos de maíz junto con otras semillas cuando la agricultura comenzó en el Neolítico (alrededor del año 8.000 a.C.) y el maíz vino de América hace poco más de 400 años.
 
 
Steven Strait
(Nueva York, 1986)
Su belleza llega a hacernos recordar al inigualable Steve Reeves
 
Se entiende que una obra de ficción no tiene por qué ser verídica y sí verosímil, ahora bien, qué poco les hubiera costado ante tanto despliegue de medios, extras y efectos especiales haber mantenido un ápice más de rigor histórico. Pese a todo, hay que felicitar al director Roland Emmerich por el maravilloso esfuerzo de mostrarnos, sobre todo, cómo pudo ser una cacería de mamuts por parte de una cuadrilla de hombres en el Paleolítico.
 
 
Camilla Belle
(Los Ángeles, 1986)
Es tan guapa que da la impresión de haberse quedado
con toda la belleza existente en la Prehistoria para ella sola
 
Lo mejor de la película viene de la mano de los paisajes obtenidos en Namibia, Sudáfrica, Nueva Zelanda y Tailandia, aunque se supone que la acción comienza en la cordillera de los Urales para culminar en Egipto. El guion es bastante previsible e infantil. Se lo debemos al propio Roland Emmerich y a Harald Kloser, que además compuso la banda sonora junto con Thomas Wander. Digamos que el público espera una historia romántica y enternecedora, y precisamente eso es lo que facturaron, probablemente con el propósito de que la recaudación no fuera un fracaso.
 

 
Los mamuts son lo mejor de esta costosa producción
 
Es dudoso que la humanidad estuviera tan evolucionada entonces como para que los dos protagonistas fueran tan hermosos. De todas formas, siempre agradecen los ojos contemplar dos jóvenes tan espléndidos como Steven Strait en el papel de Diléh y Camilla Belle como su prometida Évole. La voz de la narración original corresponde al añorado Omar Shariff, y entre el innumerable elenco de actores destaca Affif Ben Badra como señor de la guerra que rapta a la princesita de la tribu de los Yagahl para venderla como esclava en un principio y luego disputársela a su pretendiente Diléh después. Largometrajes como éste siempre son bienvenidos siquiera sea por el simple hecho del enorme trabajo en la recreación que los decorados y el vestuario comportan.
 
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
 
 
En esta trepidante historia, el cazador capaz de entenderse con "Dientes de sable" será el ungido de Dios, algo que consiguió el joven y atractivo Diléh al salvarle la vida tras haber caído ambos en un hoyo con estacas

No hay comentarios:

Publicar un comentario