Esta película de fantasía épica costó 105 millones de dólares
10.000 B. C.
(2008)
Una epopeya llena de anacronismos
como mostrar guerreros montando sobre caballos (que en realidad fueron
domesticados en torno al año 2.000 a. C.), esclavos construyendo pirámides con
mamuts (la pirámide de Zoser, la más antigua, data del 2.650 a. C. y los proboscídeos
se extinguieron hace 3.700 años, con lo que no pudieron coexistir), soldados
empuñando armas de hierro (que se empezó a utilizar en el año 1.500 a. C.), aves
depredadoras cariamiformes extinguidas hace 2 millones de años y que además habitaron
solamente en América del Sur, o granos de maíz junto con otras semillas cuando
la agricultura comenzó en el Neolítico (alrededor del año 8.000 a.C.) y el maíz
vino de América hace poco más de 400 años.
Steven Strait
(Nueva York, 1986)
Su belleza llega a hacernos recordar al inigualable Steve Reeves
Se entiende que una obra de
ficción no tiene por qué ser verídica y sí verosímil, ahora bien, qué poco les
hubiera costado ante tanto despliegue de medios, extras y efectos especiales
haber mantenido un ápice más de rigor histórico. Pese a todo, hay que felicitar
al director Roland Emmerich por el maravilloso esfuerzo de mostrarnos, sobre
todo, cómo pudo ser una cacería de mamuts por parte de una cuadrilla de hombres
en el Paleolítico.
Camilla Belle
(Los Ángeles, 1986)
Es tan guapa que da la impresión de haberse quedado
con toda la belleza existente en la Prehistoria para ella sola
Lo mejor de la película viene de
la mano de los paisajes obtenidos en Namibia, Sudáfrica, Nueva Zelanda y
Tailandia, aunque se supone que la acción comienza en la cordillera de los
Urales para culminar en Egipto. El guion es bastante previsible e infantil. Se
lo debemos al propio Roland Emmerich y a Harald Kloser, que además compuso la
banda sonora junto con Thomas Wander. Digamos que el público espera una
historia romántica y enternecedora, y precisamente eso es lo que facturaron,
probablemente con el propósito de que la recaudación no fuera un fracaso.
Los mamuts son lo mejor de esta costosa producción
Es dudoso que la humanidad
estuviera tan evolucionada entonces como para que los dos protagonistas fueran
tan hermosos. De todas formas, siempre agradecen los ojos contemplar dos
jóvenes tan espléndidos como Steven Strait en el papel de Diléh y Camilla Belle como
su prometida Évole. La voz de la narración original corresponde al añorado Omar
Shariff, y entre el innumerable elenco de actores destaca Affif Ben Badra como
señor de la guerra que rapta a la princesita de la tribu de los Yagahl para
venderla como esclava en un principio y luego disputársela a su pretendiente
Diléh después. Largometrajes como éste siempre son bienvenidos siquiera sea por
el simple hecho del enorme trabajo en la recreación que los decorados y el
vestuario comportan.
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
En esta trepidante historia, el cazador capaz de entenderse con "Dientes de sable" será el ungido de Dios, algo que consiguió el joven y atractivo Diléh al salvarle la vida tras haber caído ambos en un hoyo con estacas
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