La historia de un destacamento estadounidense
MEN IN WAR
(LA COLINA DE LOS DIABLOS DE ACERO)
(1957)
Rodada cuatro años después de terminada
la Guerra de Corea (1950-1953) que acabó en empate técnico entre las fuerzas
comunistas y las del mundo libre simbolizado por los Estados Unidos de América,
el Pentágono se negó a colaborar con esta filmación debido a la errática
disciplina castrense que la historia mostraba. Anthony Mann, el director famoso en España
por haber estado casado con Sara Montiel durante seis años (de 1957 a 1963), se
vio privado de elementos tan necesarios como tanques de guerra. Escaso de
medios, tuvo que hacer el rodaje en Bronson Canyon, un desértico paraje de
Griffith Park en Los Ángeles (California), muy cerca de los estudios de Hollywood.
Robert Keith
(Fowler, Indiana, 1898 - Los Angeles, California, 1966)
Interpreta de manera excelente a un coronel que ha perdido la razón
Interpreta de manera excelente a un coronel que ha perdido la razón
Basada en la novela “Day wihout
end” del escritor Van Van Praag que fue originalmente concebida en torno al
desembarco aliado en Normandía, el guionista Philip Yordan la adaptó para esta
versión cinematográfica. Contiene matices del género del western en el que estaba
especializado Anthony Mann, como la predilección por el paisaje desolado o el
hincapié en una caravana de hombres blancos acosados por indígenas que les
atacan por sorpresa defendiendo su territorio. La música de Elmer Bernstein
destaca al inicio de la película por el sonido de la percusión.
Robert Ryan
(Chicago, Illinois, 1909 - Nueva York, 1973)
Demuestra ser el más apropiado actor de cine bélico de todos los tiempos
Demuestra ser el más apropiado actor de cine bélico de todos los tiempos
La acción transcurre en un día de sol agotador: el 6 de septiembre de 1950. Un pequeño pelotón de 17 soldados supervivientes han perdido el contacto por radio con su cuartel general. Los coreanos les atosigan desde los árboles y camuflados bajo las hierbas secas, incluso minándoles un tramo del sendero. Son astutos e incluso cuando aparentan rendirse con las manos en la nuca lo hacen porque llevan escondida una pistola en la visera.
Aldo Ray, Robert Keith, Robert Ryan y Philip Pine
En una ocasión se disfrazan de militares americanos para
sorprenderles mejor. El teniente Benson está al mando y quiere por todos los
medios reunirse con el grueso del ejército, para lo cual no vacilará en seguir
adelante como sea. En su camino encuentran un jeep con un sargento díscolo
(Montana) y un coronel que padece neurosis de guerra. La confrontación entre el
teniente y el sargento elevará la tensión dramática del largometraje.
Aldo Ray
(Pen Argyl, Pennsylvania, 1926 - Martínez, California, 1991)
Dotó a su personaje de socarrona y maliciosa ironía
Cuando por fin lleguen a una
colina desde la que podría avistarse la posición de la base americana,
descubrirán que allí están apostados los norcoreanos impidiendo el paso.
Comienza un ataque espectacular con granadas, bazookas y lanzallamas que acaba
con la limpieza de la posición enemiga y sólo tres supervivientes yankees. La
película acaba con el teniente Benson arrojando medallas en forma de estrella
plateada sobre los cadáveres de sus subordinados y mencionando, uno por uno,
sus nombres. Este homenaje a los caídos en combate y la valoración del individuo
como persona contrasta ideológicamente con el concepto marxista del enemigo según
el cual la masa es lo que importa y queda anulado el hombre.
James Edwards
(Muncie, Indiana, 1918 - San Diego, California, 1970)
Interpreta a un confiado recluta que debía vigilar la retaguardia
Impresiona la escena en la que el sargento Montana utiliza un moderno lanzallamas de largo alcance, como corresponde a la tecnología del momento, mucho más avanzada que la de la II Guerra Mundial. Robert Ryan (teniente Benson) se confirmó en este trabajo como el actor por antonomasia del género bélico, mientras que Aldo Ray (sargento Montana) le dio una pérfida réplica como suboficial quemado por la psicosis que genera la guerra.
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
Un inolvidable ejemplo de cine clásico
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