Destruyeron a la clase media, precarizaron el trabajo, miserabilizaron los sueldos, redujeron los servicios, hipotecaron a los asalariados, privatizaron cuanto pudieron, aumentaron los impuestos, rescataron a los bancos y prosiguen ensanchando en cuanto pueden la brecha entre ricos y pobres. Por lo tanto, la amenaza para derribar al sistema del bienestar social son los neocapitalistas salvajes y sin escrúpulos. El poder económico es el verdugo; y las víctimas, los ciudadanos
MERCADOS ANTISISTEMA
Los mercados han hablado. Nadie
les ha preguntado, pero ellos ya han saltado a los titulares, escandalizados
por el farragoso espacio parlamentario que ha parido el 20 de diciembre en
España. Ante ellos, la plana mayor del orden establecido ha pedido también la
palabra, empresarios de corte liberal, señores de bien, cuentas pudientes y
estadillo de misa.
Viñeta de Antonio Fraguas de Pablo
(Madrid, 1942)
Como sucedió tras la irrupción de
los emergentes y las candidaturas de unidad popular en las autonómicas y
locales del pasado mes de mayo, la curia socioeconómica arremete contra la
llegada de los antisistema a las instituciones. Por la amenaza a un sistema
que, a ellos, les ha venido de maravilla.
No se sabe y quizá se tarde en
saber si la aparición de “Podemos”, y en otra medida de “Ciudadanos”, servirá
para corregir los déficit democráticos en los que España destaca. Pero por
mucho que los hijos del dólar quieran, tampoco nos irá mucho peor. Las
patronales y los conservadores ponen el grito en el cielo ante lo ingobernable
del Congreso.
Viñeta de Andrés García Rábago
(Madrid, 1947)
España viene de una mayoría
absoluta, una estabilidad total. Y desde luego, con el partido único, las cosas
no han sido un camino de rosas. Las arterias del Estado están podridas de
corrupción como en "Tangentópolis". Y los mercados no abrieron la boca. Millones
de ciudadanos se quedaron sin trabajo mientras los mercados, una vez más,
guardaron silencio. En derechos sociales se intentó meter la guillotina a
aquellos avances que poco antes habían distinguido a España en el paisaje
internacional. Y los mercados callaron como perros.
La Unión Europea se ha convertido en un club al servicio de las estrategias financieras de la globalización que priman a las multinacionales y hunden al pequeño emprendedor
Pero los antisistema son los
otros, la honorabilidad de la quinta columna económica está fuera de duda
aunque la mierda caiga por las perneras de sus pantalones de Hugo Boss. Así es
la vida, la raya diplomática sigue distinguiendo las clases.
(Artículo de opinión escrito por David Ojeda y publicado
en el diario “Canarias 7” el martes 22 de diciembre de 2015)
Vivimos en la denominada "economía de casino" donde lo único
que cuenta son las cifras de los beneficios y no los seres humanos
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