miércoles, 17 de febrero de 2016

El cantante que se sentía contagioso y estúpido

  
Para realizar este documental el director y guionista Brett
Morgen tuvo acceso al archivo personal de Kurt Cobain
 
MONTAGE OF HECK
(MONTAJE INFERNAL)
(2015)
 
“Algunos dicen que el amor es como un río…” Y a continuación Kurt Cobain se desploma sobre el escenario. Así comienza el montaje de mil diablos que supuso rodar este biopic que avanza tal y como fue la vida del cantante y compositor, alguien que estuvo sometido a la tensión mental del éxito y a la obligación de alimentarlo con más canciones fabulosas. Las imágenes en color de los años 60 pasan ante nuestros ojos. El director Brett Morgen entrelaza fotogramas de una época económicamente feliz para los padres de Kurt Cobain, quien aparece cuando tenía un año, cuando cumple dos, cuando llega a la adolescencia y cuando se va destruyendo tras su adicción a la heroína.
 
 
El vocalista y compositor cuando era un niño
 
La música de fondo es la del artista tristemente desaparecido. Las especulaciones sobre su posible asesinato han dejado paso a la hipótesis del suicidio. Pero, ¿por qué días antes de quitarse la vida desapareció y la policía tuvo que buscarlo? Y cuando lo encontró, ¿por qué declaró que se escondía de su pareja, Courtney Love? ¿Es creíble que se matase con un disparo de escopeta? Si era tan sensible y temeroso, ¿por qué no recurrió a otros métodos más delicados para irse de este mundo? ¿Acaso no había intentado poco antes de su deceso suicidarse tomando 67 pastillas de Rohipnol (flunizatrepam, una benzodiazepina utilizada como sedante para dormir) en la ciudad de Roma?
 
 
Kurt Cobain tocando la guitarra en su etapa adolescente
 
Kurt Cobain fue un niño hiperactivo al que tocó la mala suerte de ser uno de los primeros de su generación que fueron medicados con Ritalin (metilfenidato), una sustancia que no sólo no le curó, sino que más bien le sirvió de antesala a la ingesta de anfetaminas. Tenía una conducta tan destructiva que, cuando sus padres se separaron, el progenitor rechazó la custodia y la madre no le aguantó mucho tiempo, enviando el revoltoso crío a vivir con unos tíos.
 
 
Kurt Cobain antes de alcanzar el éxito que lo cambió todo
 
A medida que se hizo mayor su estilo de vida fue cada vez más anárquico. El colmo del caos al que llegó lo ejemplifica el hecho de que para la ceremonia de su boda acudiera en pijama. No era una mera excentricidad de nuevo rico, tampoco una extravagancia para contentar a los fans: se había convertido en un desarramblado yonqui. Parece mentira. Todavía me parece recordar el suplemento dominical de un periódico en 1991 cuando me encontré por primera vez la portada de su disco “Nevermind”.
 
 
Ejerciendo de padre con Frances Bean Cobain, su única hija
 
Creí entonces que se trataba de jóvenes pulcros que traían un nuevo sonido de moda. El sonido “grunge” compuesto de guitarras estridentes y una voz desdeñosa que gritaba llena de angustia me capturó, como a millones de oyentes en todo el mundo, cuando escuché “Smells like teen spirit”, el gran hit que se convirtió en insignia de la “Generación X”. En realidad, procedía de la marca de un desodorante (“Teen Spirit”). Una chica escribió en la taquilla de un vestuario la frase refiriéndose a Kurt. Él mutiló el enunciado quitándole su nombre propio. Así le dio otro sentido, marcando de esa forma la década de los años noventa. Hoy queda su hija Frances, cuya dedicación profesional es la fotografía. La madre de Kurt, el padre y Courtney Love, su esposa, aparecen en este documental haciendo declaraciones y ejerciendo de protagonistas.
 
 
Kurt Cobain en pijama el día que se casó con Courtney Love,
la mujer de la que se llegó a sospechar que pudo haberlo asesinado
 
El líder de Nirvana no dejó muchos ni grandes mensajes. Su genio creador se agotó pronto. No sé hasta qué punto sintió el pánico del vacío creador, él, un hombre que, aunque con su cuerpo solía hacer el vago, tenía el cerebro siempre inquieto. Lo imagino torturado por la incapacidad de seguir componiendo buenas canciones, pero es una mera sospecha. Su siguiente trabajo, “In utero”, fue de inferior calidad al anterior. Sea lo que fuere, lo cierto es que ha dejado un puñado de grandes temas para la posteridad que nos sobrevivirán a todos. Especialmente a nosotros, que nos creemos con más vida que él porque le sobrevivimos, cuando en realidad moriremos mientras él seguirá vivo.
 
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
 
 
Kurt Donald Cobain
(Aberdeen, Washington, 1967 - Seattle, Washington, 1994)
En la fecha de esta foto la heroína ya estaba destruyéndolo

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