viernes, 12 de febrero de 2016

Tarde o temprano a todos nos afecta la codicia


101 minutos de intriga y tensión
 
TRANCE
(2013)
 
Thriller psicológico rodado entre Londres y Kent por el prestigioso director Danny Boyle, una garantía de calidad porque como si fuera un rey Midas convierte en oro todo lo que filma. Al igual que en la premiada “Slumdog millionaire” (2008), vuelve a trabajar con el fotógrafo Anthony Dod Mantle consiguiendo en ese apartado que ambos largometrajes sean almas gemelas.
 
 
James McAvoy
(Scotstoun, Escocia, 1979)
Un actor polifacético que domina todas las facetas de la expresión
 
La trama es compleja y se abusa de la paciencia del espectador haciéndola demasiado rebuscada. Incluso podría decirse que bordea el aburrimiento, pecado mortal en un producto concebido para la diversión. Que una película de acción contenga tan pocos tiroteos ya huele mal, y mientras la estás contemplando tienes que irte haciendo a la idea de que el proyecto es fundamentalmente un intrincado enredo que juega con los sueños, la hipnosis y la realidad ofrecida de modo fragmentario. Todo esto resulta muy pretencioso, pero haber conseguido estar a la altura del complicado guion escrito por Joe Ahearne es un hito al que habremos de reconocerle su mérito.
 
 
Vincent Cassel
(París, Francia, 1966)
Este hombre viene a ser al cine negro lo que Robert Mitchum al western
 
Simon (James McAvoy) es un ayudante del equipo de seguridad en una casa de subastas al estilo de Sotheby’s. Para pagar las deudas contraídas en su pasado como jugador de póker se confabulará con una banda para robar el óleo “Vuelo de brujas” de Francisco de Goya, un cuadro que en verdad se halla en el Museo del Prado, pero que en esta ficción se pondrá en venta. Tras perder la memoria al ser golpeado por dos veces, con la culata de un fusil primero y atropellado por un coche después, el desarrollo de la narración girará en torno a las sesiones hipnóticas efectuadas por Elizabeth (Rosario Dawson) con el objeto de que recupere la memoria y se pueda saber dónde demonios escondió la pintura robada cuyo valor alcanzó en la puja el alto precio de veintisiete millones quinientas mil libras esterlinas.
 
 
Rosario Dawson
(Nueva York, USA, 1979)
Tiene un físico escultural pero como actriz peca de estatua
 
Si lo pensamos bien, no resulta muy creíble que Elizabeth consiga enamorar a Simon porque desconocemos cómo se ha desarrollado esa pasión. Tampoco terminamos de creernos que enamore a Franck (Vincent Cassel), el jefe de la banda de los ladrones. Lo suyo parece más bien sexo casual que ardiente idilio. Son dos lagunas en este celuloide que difícilmente podremos pasar por alto. Por lo demás, Danny Boyle vuelve a poner de manifiesto que posee un don natural para el séptimo arte por la agilidad con la que rueda e incluso por cómo es capaz de cambiar de registro. Da la impresión de que se hubiera entrenado previamente en el campo de los anuncios publicitarios para la televisión.
 
 
Los exteriores nos permiten apreciar cómo es el Londres nocturno
 
En definitiva, se trata de un buen trabajo en conjunto, y sobre todo, brillantemente dirigido. Eso sí, quienes busquen acción trepidante no van a encontrarla aquí más que a cuentagotas. Durante largos momentos se parece más a una obra de teatro del tipo “Seis personajes en busca de un autor” (1921) de Luigi Pirandello, con los actores desenvolviéndose en espacios interiores y dialogando entre sí, sólo que en este caso no para buscar un escritor al que pedirle explicaciones, sino para exigir pistas a un compinche amnésico con tal de encontrar el botín que supone una obra de arte antigua.
 
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
 
 
Danny Boyle
(Manchester, Inglaterra, 1956)
Si su nombre aparece en los créditos es que la película es buena

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