lunes, 8 de febrero de 2016

En un lugar sin leyes al oeste del río Pecos

 
 
La banda sonora de esta peculiar película fue compuesta por
Maurice-Alexis Jarre
(Lyon, 1924 - 2009, Los Ángeles)
 
THE LIFE AND TIMES
OF JUDGE ROY BEAN
(EL JUEZ DE LA HORCA)
(1972)
 
Un extraño western basado en la vida real de un personaje curioso, Roy Bean, quien se autonombró juez en un remoto paraje de Texas perdido en el desierto de Chihuahua. John Milius escribió el guion y pretendía dirigirlo, pero los productores prefirieron comprárselo para que lo filmara un veterano John Huston que ya contaba con sesenta y seis años de edad. No sé si la vejez explica que sea un film irregular, lo que sí está claro es que contiene momentos al más puro estilo del genial director.
 
 
Paul Leonard Newman
(Shaker Heights, Ohio, 1925 - 2008, Westport, Connecticut)
El papel del juez Roy Bean iba a ser en principio para Lee Marvin,
pero Paul Newman leyó el guion y se entusiasmó por interpretarlo
 
El inicio es uno de ellos, cuando a Roy Bean (Paul Newman) lo ponen boca abajo para sacarle todo el dinero en una taberna. Secuencia simbólica de lo que en el fondo ocurre en cualquier cabaret. Digamos que John Huston se caracteriza por no tener pelos en la lengua. Le encanta mostrar la crudeza de la vida real. Él mismo arriesgó la suya en rodajes como “La reina de África” (1951), exponiéndose a penosas carencias y enfermedades. “El tesoro de Sierra madre” (1948) es el paradigma de su realismo desnudo y un clásico en toda regla. Un tesoro de la historia del cine.
 
 
Anthony Perkins
(Nueva York, 1932 - 1992, Hollywood)
Hace una breve aparición sin más relevancia que la de su carisma
 
Al oeste del río Pecos solamente vivían rufianes, bandidos y serpientes de cascabel. Roy Bean llegará para impartir justicia, sin tener ni idea de leyes, armado con un revólver, una Biblia, jugando al póker y bebiendo cerveza. Personifica el mito americano del hombre hecho a sí mismo, pero también el de un truhán que quiere hacerse pasar por lo que no es. Lo excitante viene a ser el horizonte de libertad que se abre ante su mirada, como también lo será el irrefrenable individualismo que lo motiva y constituye.
 
 
Walter Stacy Keach
(Savannah, Georgia, 1941)
La escena que protagoniza fugazmente resulta inolvidable
 
El precio a pagar consistirá en tener que vérsela con forajidos fuera de la ley. El peor de ellos, un fantasmal “Bad Bob” interpretado por Stacey Keach en una aparición inolvidable. Vestido de negro y con una larga cabellera blanca, le confiere a la trama un cariz onírico, creativo y espectral, cumpliendo el cometido de una digresión extravagante. Y como en toda película del salvaje Oeste que se precie, contemplaremos venganzas, muertes a balazos, defensa de la propiedad privada con tiros de rifle, fallecimientos trágicos, vaqueros galopando sobre sus caballos, disparos festivos al aire y cortesanas de salón para los viajeros de paso.

 
Roddy McDowall
(Londres, 1928 - 1998, Los Ángeles)
Triunfó en el cine siendo un niño y no se malogró de adulto

El propio John Huston hará una breve aparición excavando un hoyo y arreglando la rueda de un carromato. Cubierto con pieles de cabra casi no se le reconoce. Quería atestiguar el cambio de la vida nómada de los antiguos comerciantes que pasó a convertirse en la sedentaria de los obreros en los pozos petrolíferos tejanos. Su misma biografía, que abarca casi todo el siglo XX, fue testigo de lo que nos narra.


John Marcellus Huston
(Nevada, Missouri, 1906 - 1987, Rhode Island, New England)
Un hombre polifacético que fue un gran aventurero y creador

Es tan naturalista y atento al detalle que nos cuenta el modo en que tal vez Roy Bean no pudo ver nunca actuar a su idolatrada actriz Lillie Langtry (Ava Gardner). Cuando llegó al teatro se habían agotado las entradas y, tras intentar sobornar a un portero, éste le invita a entrar por la parte de atrás, donde lo golpean y le roban la cartera, dejándolo inconsciente y tendido junto a unos cubos de basura. Puro John Huston. Mayor realismo sucio es imposible. 
 
 
 Victoria Principal
(Fukuoka, Japón, 1950)
Actuó muy bien para ser la joven promesa que era entonces
 
Causa un poco de tristeza y la emoción de estar presenciando lo irrepetible ver a un joven Anthony Perkins en el papel del reverendo La Salle o a Roddy McDowall haciendo de hombre de negocios y alcalde con el nombre de Frank Gass, sabiendo que ambos están muertos, el primero por una neumonía a consecuencia del SIDA y el segundo por culpa de un cáncer de pulmón. Perkins mantuvo durante el rodaje un romance con una joven Victoria Principal que debutaba interpretando a la mexicana María Elena, mujer que fallecería en la ficción al dar a luz una hija concebida con el juez Roy Bean.
 
 
 
Bruno
(White Lake, Wisconsin, 1962 - 1981, Acton, California)
Este oso fue una estrella de televisión con el nombre de "Gentle Ben"
 
Ava Gardner aparece en el colofón ofreciéndonos una aparición estelar. A sus casi cincuenta años aún no cumplidos conservaba la belleza que la hizo inmortal. Cuando la cámara enfoca sus ojos nos damos cuenta de que hay personas nacidas para ser estrellas por derecho natural. Habría que agradecerle que hiciera el papel sobria, algo que sin duda debió de costarle mucho trabajo. Del resto de personajes destacan Ned Beatty en el rol de Tector Crites, una especie de ayudante del juez, y la increíblemente hermosa Jacqueline Bisset encarnando a la hija adulta de Roy Bean.


Ava Lavinia Gardner
(Brogden, Carolina del Norte, 1922 - 1990, Westminster, Londres)
Se metió en la piel de la actriz Lillie Langtry emulando su hermosura

Mención especial merece Bruno, el borrachín oso negro americano que interviene gracias a que se le habían arrancado las uñas y los dientes con antelación. Se interpreta a sí mismo, puesto que el verdadero Roy Bean tenía un ejemplar en una jaula, quizá para amedrentar a los bandidos que se le acercaban y a los que impartía justicia a su manera de entenderla, es decir, particularmente beneficiándose.
 
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
 
 
Siempre vale la pena volver a ver un trabajo de John Huston

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