No permitas que te capturen de ninguna forma
7 MINUTES
(SIETE MINUTOS)
(2014)
Buena película. El mérito es de
su director y guionista Jay Martin. Ha sabido extraer de una historia sencilla
momentos de poesía como cuando un policía, frustrado por no conseguir el amor
de una prostituta llamada Brandy (Mariel Neto), circula por la noche con su
automóvil bajo las luces de neón de la ciudad. La música de U2 también ayuda a
crear esos instantes melancólicos.
Luke Mitchell
(Gold Coast, Australia, 1985)
Fenomenal actor que logró dar un carácter "naif" a su personaje
El asunto central de este
largometraje es el desplome del sueño americano. En medio de la situación
económica actual con trabajos precarios y despidos baratos resulta imposible
ahorrar para ascender en la escala social o establecerse en un lugar más
céntrico. No es posible salir de un pueblo y librarse de estar trabajando en
una hamburguesería cobrando sueldos míseros. El protagonista, Sam (Luke
Mitchell), ve una salida en la venta ilegal de drogas blandas. Pero pronto descubrirá
que el negocio está en el éxtasis y las metanfetaminas.
Jason Morgan Ritter
(Los Ángeles, 1980)
Interpretó a un joven pandillero buen colega de sus amigos
Desgraciadamente, la vida está
llena de casualidades y algunas son funestas. Cuando Sam y sus amigos Mike
(Jason Ritter) y Owen (Zane Holtz) consiguen del mafioso Doug (Christopher Soldevilla)
una partida de pastillas de ácido valoradas en 62.000 dólares, les sucede que
creen ser perseguidos por la policía. Se detendrán en una estación de servicio
y Owen aprovechará, asustado, para tirar las pastillas a un inodoro. Los polis
se marchan y entonces se dan cuenta del error. Ahora tendrán que afrontar el
serio problema de cómo devolver los 62.000 dólares a Doug.
Zane-Ray Brodie Holtz
(Vancouver, Columbia Británica, Canadá, 1987)
Aquí aparece junto a Kris Kristofferson (Brownsville, Texas, 1936)
Se les ocurre como única salida planear
el atraco a un banco. La operación debería durar los siete minutos que dan
título al film. Y Jay Martin, con sabia maestría, es capaz de convertir esos 7
minutos en los 92 que dura el metraje utilizando “flashbacks” que explican la situación
de cada personaje en el momento de iniciar el asalto a una entidad financiera
con el pretexto moral extraído del viejo refrán que decía aquello de que quien
roba a un ladrón tiene cien años de perdón.
Kevin Gage
(Wisconsin, 1959)
De todo el elenco de actores contratados fue el mejor por su dureza
Lo malo es que atracar un banco
no es tan fácil. Especialmente si vas dejando pistas que despierten la codicia
de otros por llevarse el botín. Jay Martin
ha facturado un película que hubiese agradado al mismísimo Quentin Tarantino,
de hecho tiene reminiscencias de “Reservoir dogs” (1992). En efecto, aquí
también hay un pastel que repartirse y habrá que ver cómo consiguen saldarlo.
Leven Alice Rambin-Parrack
(Houston, Texas, 1990)
Magnífica actriz que supo dotar de ternura su estado de buena esperanza
El final, dentro de lo trágico, es más bien feliz. Hay muertos por el camino,
como es lógico y era de esperar. Sin embargo, la lección última se parece a la
que versificó el poeta Lucano hace mil novecientos noventa y cinco años en su “Farsalia”:
“Las espadas han sido concedidas para que ninguno sea esclavo”. Pongamos “armas
de fuego” donde dice “espadas” y tendremos la propuesta que flota siempre en la
mentalidad del imaginario norteamericano.
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
No dejes que te atrapen de ningún modo
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