martes, 9 de febrero de 2016

This story is about the broken american dream


 
No permitas que te capturen de ninguna forma
 
7 MINUTES
(SIETE MINUTOS)
(2014)
 
Buena película. El mérito es de su director y guionista Jay Martin. Ha sabido extraer de una historia sencilla momentos de poesía como cuando un policía, frustrado por no conseguir el amor de una prostituta llamada Brandy (Mariel Neto), circula por la noche con su automóvil bajo las luces de neón de la ciudad. La música de U2 también ayuda a crear esos instantes melancólicos.

 
Luke Mitchell
(Gold Coast, Australia, 1985)
Fenomenal actor que logró dar un carácter "naif" a su personaje
 
El asunto central de este largometraje es el desplome del sueño americano. En medio de la situación económica actual con trabajos precarios y despidos baratos resulta imposible ahorrar para ascender en la escala social o establecerse en un lugar más céntrico. No es posible salir de un pueblo y librarse de estar trabajando en una hamburguesería cobrando sueldos míseros. El protagonista, Sam (Luke Mitchell), ve una salida en la venta ilegal de drogas blandas. Pero pronto descubrirá que el negocio está en el éxtasis y las metanfetaminas.
 
 
Jason Morgan Ritter
(Los Ángeles, 1980)
Interpretó a un joven pandillero buen colega de sus amigos
 
Desgraciadamente, la vida está llena de casualidades y algunas son funestas. Cuando Sam y sus amigos Mike (Jason Ritter) y Owen (Zane Holtz) consiguen del mafioso Doug (Christopher Soldevilla) una partida de pastillas de ácido valoradas en 62.000 dólares, les sucede que creen ser perseguidos por la policía. Se detendrán en una estación de servicio y Owen aprovechará, asustado, para tirar las pastillas a un inodoro. Los polis se marchan y entonces se dan cuenta del error. Ahora tendrán que afrontar el serio problema de cómo devolver los 62.000 dólares a Doug.
 
 
 Zane-Ray Brodie Holtz
(Vancouver, Columbia Británica, Canadá, 1987)
Aquí aparece junto a Kris Kristofferson (Brownsville, Texas, 1936)
 
Se les ocurre como única salida planear el atraco a un banco. La operación debería durar los siete minutos que dan título al film. Y Jay Martin, con sabia maestría, es capaz de convertir esos 7 minutos en los 92 que dura el metraje utilizando “flashbacks” que explican la situación de cada personaje en el momento de iniciar el asalto a una entidad financiera con el pretexto moral extraído del viejo refrán que decía aquello de que quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón.

 
Kevin Gage
(Wisconsin, 1959)
De todo el elenco de actores contratados fue el mejor por su dureza
 
Lo malo es que atracar un banco no es tan fácil. Especialmente si vas dejando pistas que despierten la codicia de otros por llevarse el botín.  Jay Martin ha facturado un película que hubiese agradado al mismísimo Quentin Tarantino, de hecho tiene reminiscencias de “Reservoir dogs” (1992). En efecto, aquí también hay un pastel que repartirse y habrá que ver cómo consiguen saldarlo.

 
 Leven Alice Rambin-Parrack
(Houston, Texas, 1990)
Magnífica actriz que supo dotar de ternura su estado de buena esperanza
 
El final, dentro de lo trágico, es más bien feliz. Hay muertos por el camino, como es lógico y era de esperar. Sin embargo, la lección última se parece a la que versificó el poeta Lucano hace mil novecientos noventa y cinco años en su “Farsalia”: “Las espadas han sido concedidas para que ninguno sea esclavo”. Pongamos “armas de fuego” donde dice “espadas” y tendremos la propuesta que flota siempre en la mentalidad del imaginario norteamericano.
 
(Reseña escrita por Andrés González Déniz) 
 
 
No dejes que te atrapen de ningún modo

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