martes, 1 de septiembre de 2009

El hombre que derrochaba demasiado el corazón


William Borsay
(Nueva York, 1953 - 2009)

Willy Deville poseía un raro don para cantar con dos registros de voz distintos y graves. Como artista, tenía un fino oído que le permitía hibridar estilos en principio irreconciliables. Logró sobrevivir a los torrentes del río Sena en forma de heroína que se inyectó en las venas. Pudo superar el alcoholismo que le dejó flotando las vísceras en tarros de formol. Padeció la pérdida de dos cónyuges y siguió adelante. Conoció el fracaso económico reiterado. Una vez, harto por completo de ser un incomprendido, vendió hasta el equipo de grabación que el sello Capitol le había financiado y se marchó a Francia en busca de una vida bohemia, peligrosa y oscura.
Le encantaba verse a sí mismo como un Oscar Wilde o un Baudelaire sorbiendo absenta en un tugurio de Montparnasse o Montmartre. Mientras mejor cantaba, más le daba el público nortamericano la espalda. En Europa halló algo más de comprensión entre los círculos intelectuales. Para demostrar a todo el mundo que no era un fracasado, logró el éxito mundial más rotundo con una versión de un tema de Jimi Hendrix titulado "Hey, Joe", al que le encontró posibilidades insospechadas haciéndose acompañar por una orquesta de mariachis mejicanos. En el último trabajo de su carrera sacó una canción de raigambre sureña y ritmo raveliano: "Stars that speak".
Adoraba a Edith Piaf, le gustaba Salvador Dalí y sus tres ciudades favoritas fueron Nueva York, París y Barcelona. Cantó en Las Palmas de Gran Canaria a mediados de la última década del siglo pasado. Su mejor trabajo se tituló "Backstreets of desire" y data de 1994. Una hepatitis "C" y un cáncer de páncreas acabaron con su vida la noche del 6 de agosto de este año 2009. Viéndole cantar "Hey, Joe" en el videoclip promocional daba la impresión de haber hecho un pacto con el diablo para ser eternamente joven y apuesto. Era alto y tenía unas gotas de sangre vasca pendiendo de su árbol genealógico. Su muerte significa que no volverá a cantar ni a componer, o lo que es lo mismo, nunca más nos sorprenderá con algo nuevo. Ha muerto "un perro de la calle", como él mismo se definía. Un hombre que conoció la violencia sórdida de los suburbios en las grandes ciudades, como Nueva Orleans, porque se sumergió en ellos. A continuación traduzco la canción que lo catapultó a la cima de los hit-parades y cuya letra es la narración de un caso de violencia de género, esa plaga criminal que sigue nutriendo una copiosa lista de víctimas en las páginas de sucesos:

HEY, JOE

Uno, dos, un, dos, tres.

"Hey, Joe! Where are you going
with that money in your hand?"
I said: "Hey, Joe, where do you go
with that money in your hand?"

"Well, I'm going to see my woman.
You know I heard
she donne messed around
with some other man.
I heard she did.
You know I'm going downtown.
I'm gonna buy me a Blue steel 44.
I'm gonna catch up with that girl.
She won't be messing around on me no more."

Well, I said: "Hey, Joe
where are you going
with that gun in your hand?"
I said: "Hey, hey, Joe, where are you going
with that gun in your hand?"

"I’m gonna shoot my woman:
I found her messing around
with some other man."

"Hey, Joe! I heard that
you shot your lady down.
Hey Joe, you know I heard
that you shot your lady down."

"Yes, I did, ‘cause I caught her
messing around, messing around,
messing around town."

Well, all right.

I said: "Hey Joe, you better lay low
and get out of town."
I said: "Hey Joe,
where are you gonna run to now?"

He said: "I’m going downtown
and I’m gonna get me a passport.
See, well, I’m going down south
way down Mexico way.
And there ain’t no hangman
gonna put no noose around me.
Ahá! Just 'cause I shot her.
Just 'cause I shot her down, all right.
Well I’m going down south
way down Mexico way.
I’m going down south
where a man can be free.
No, there ain’t no hangman going to put
a noose around me just 'cause I shoot her."

Jimi Hendrix

(Washington, 1942 - Londres, 1970)
Compositor de la canción



¡EH, JOSÉ!

"¡Eh, José!: ¿a dónde vas
con todo ese dinero en las manos?"

"Voy a ver a mi mujer. Ya sabes
todo lo que se dice por ahí
de que anda enredándose con otros.
Yo al menos lo he oído.
¿Sabes? Voy a dar un paseo
por los bajos fondos
para comprame una pistola.
Voy a sorprenderla en la cama
y cortarle las alas.
Ya verás cómo ésa
no vuelve a traicionarme nunca."

Bueno, al cabo de una noche,
cuando volví a verle, le dije:
"¡Eh, José! ¿A dónde vas
con esa pistola en las manos?"

A lo que me contestó:
"Voy a cargarme a esa tía de un disparo
porque me la encontré en la cama con otro."

Tras varios días lo volví a ver
nervioso y apesadumbrado.
Le dije: "¡Eh, José! He oído
que has disparado a tu chica."

"Sí, lo hice porque la sorprendí
alquilando su cuerpo a otros hombres."

Entonces le aconsejé que se largara del pueblo,
atreviéndome a preguntarle:
"¿A dónde vas a ir ahora?"

A lo que me responde:
"Voy a la frontera,
conseguiré un pasaporte
y me perderé por Méjico. Allí no hay
ningún representante de la ley
que me ponga la soga al cuello
sólo por matar a una adúltera.
Me largo al sur en dirección a Méjico
porque allí puedo seguir siendo libre
sin que aparezca un agente de la ley
que quiera ponerme entre rejas."


2 comentarios:

  1. Me parece terrible que se escriban esas letras que luego la gente va repitiendo casi inconscientemente entre alegrías de fiesta.
    Yo a él siempre lo recordaré por haber hecho la musica de la princesa prometida :)

    Feliz dia, monsieur

    Bisous

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  2. Una vida trágica e intensa, posiblemente no muy feliz a juzgar por lo que se percibe de su historia.
    Triste que letras como esas tengan éxito, aunque eran muy comunes antes de que se empezara a concienciar al mundo sobre la violencia de género.
    Un blog muy elaborado, vendré a visitarte cuando me sea posible. Gracias por tu visita a mi blog.

    Un cálido abrazo

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