LA PRENSA
¿Por qué no escribe usted para el teatro?
¿Y si se corta el pelo?
¿Se arregla usted las uñas en redondo
o se las deja rectas?
Cuéntelo a los periódicos,
no deje día sin contar.
Y, de camino, dígame:
¿Por qué no escribe usted para el teatro?
¿Cuál es su religión de ahora?
¿Tiene algún credo usted?
¿Se viste usted de lana,
de arpillera, de seda o de mezclilla?
Dígame qué libros le han sido útiles
en su ya larga trayectoria.
¿Escribe la palabra "Dios"
con D minúscula?
¿Aspira usted
a la inmortalidad que da la fama?
¿Manda a lavar la ropa fuera
o se la lavan en su casa?
¿Tiene principios?
¿Arde el genio en usted?
¿Su mujer era una "Tal-y-tal"?
¿Cuánto ganaba?
¿Un amigo de usted tenía secretos,
penas o vicios que ocultar?
¿No va a decirnos cuánto
quisiera usted cobrar?
Lo que fantaseaban las criadas,
lo que ya suponía el mayordomo,
cuéntelo a los periódicos
y nosotros haremos lo demás.
¿Por qué no escribe usted para el teatro?
(Versos escritos por Rudyard Kipling y publicados en el periódico "El País" el miércoles 6 de marzo de 2013 a partir de la edición de la poesía completa hecha por Cambridge University Press en el libro titulado Los poemas de Rudyard Kipling. La traducción corre a cargo de José Manuel Benítez Ariza. Este poema permaneció inédito durante 114 años)
Joseph Rudyard Kipling
(Bombay, 1865 - Londres, 1936)
Tildado de imperialista por la crítica literaria, en realidad pagó con sangre y dolor sus ideas en favor del predominio británico en la estructuración del orden mundial perdiendo a un hijo en la Gran Guerra, concretamente en la batalla de Loos ocurrida en 1915, donde también luchó el escritor Robert Graves y falleció el poeta Charles Sorley
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