sábado, 23 de marzo de 2013

Una mujer con cuerdas vocales en guantes de seda

 
Ornella Vanoni
(Milán, 1934)
 
STUPIDI
 
Camminavo per strada e in silenzio sentivo
alle spalle la gente che piano diceva
come tu mi tradisci
e come io sono finita da sola.
Poi qualcuno con tono da inutile santo
era molto spiacente
per me e proprio tanto.
Che talento sublime per fare del male
che c'è nella gente!
Mio Dio, che voglia
 di girarmi e di gridare forte:
"Voi, voi che cosa sapete
delle mie cadute, dei disastri miei?".
Stupidi! Stupidi!
Non ne sapete niente, niente voi.
Dov'è lui, cosa è lui,
voi non ci arriverete proprio mai.
 
 
Ornella es un símbolo italiano como la Vespa o el Campidoglio
 
Amore mio, amore mio!
Oh, vieni a dire qualcosa,
vieni a fare qualcosa, a salvare qualcosa,
a ritrovare qualcosa che era in noi.
Stupidi! Che stupidi!
Quel che penso e che sento,
che ho bruciato e che ho spento,
che ho rubato e che ho speso,
 queste cose la gente non le sa mai.
Il telefono suona da mille distanze,
strane amiche ed ancora
più strane alleanze.
Tutte vogliono dire
e non dire il problema
che c'è qui tua assenza.
Ogni sguardo che incontro
nel bar sotto casa è un incrocio di pena
e di tacita intesa, e qualcuno poi scuote
la testa per dire: "Capitolo chiuso!".
 
 
Con ella no importa lo que cante porque lo que cuenta es su voz
 
Mio Dio, che voglia
di girarmi e di gridare forte:
"Voi, voi che cosa sapete
delle mie cadute, dei disastri miei?".
Stupidi! Stupidi!
Non ne sapete niente, niente voi.
Dov'è lui, cosa è lui,
voi non ci arriverete proprio mai.
Amore mio, amore mio!
Vieni a fare qualcosa, a salvare qualcosa,
vieni a dire qualcosa,
possiamo dire ogni cosa se tu lo vuoi.
Stupidi! Che stupidi!
Lui mi ha solo amato,
io si l'ho tradito e l'ho anche lasciato.
Ecco quello che invece non dirò mai.
Io si l'ho tradito e l'ho anche lasciato.
Ecco quello che invece non dirò mai!
 
(Canción compuesta por Paolo Limiti y Shel Shapiro
e interpretada por Ornella Vanoni en 1974)
 
 
 
ESTÚPIDOS
 
Caminaba en silencio por la calle. Sentía
que a mi espalda la gente en susurros decía
cómo me has engañado y cómo he acabado
de triste y de sola.
Cómo odio que me hablen en tono beato,
me resulta humillante escuchar, lo odio tanto.
¡Qué talento sublime para hacer el daño
anida en la gente!
¡Oh, Dios mío, qué ganas de volverme
y de gritarle fuerte! Tú, tú: ¿qué puedes saber
de todas mis caídas, de mi loco ayer?
Estúpidos, estúpidos.
No, no sabéis nada, estúpidos.
¿Dónde está? ¿Quién es él?
No, sólo Dios lo sabe y yo también.
 
 
Su voz transmite serenidad y desesperación al mismo tiempo
 
¡Amor mío, amor mío!
¡Ven y di cualquier cosa,
ven a hacer cualquier cosa,
ven y salva esta casa
que aún cuando huele a esposa
fue nuestro ayer!
Estúpidos, sí, estúpidos.
¡Por ti yo he sentido
lo que aún no me ha quemado
y no haberme casado,
eso sí que la gente no lo sabrá!
El teléfono suena, una voz a distancia
que me cuenta sus penas.
¡Qué extraña alianza! Y diciéndose amiga,
intenta que le diga tus largas ausencias.
Las miradas se cruzan en el bar de la esquina,
una mezcla de pena y de espera mezquina,
y hasta alguno se estruja el cerebro y opina:
 “esto se termina”.
 
 
Los dioses la eligieron para darle el don de un timbre único
convirtiéndola en una cantante bendecida por el cielo
 
¡Oh, Dios mío, qué ganas de volverme
y de gritarle fuerte! Tú, tú: ¿qué puedes saber
de todas mis caídas, de mi loco ayer?
Estúpidos, sí, estúpidos.
No, no sabéis nada, estúpidos.
¿Dónde está? ¿Quién es él?
No, sólo Dios lo sabe y yo también.
¡Amor mío, amor mío!
¡Ven y di cualquier cosa,
ven a hacer cualquier cosa,
ven y salva esta casa,
y no demos excusas y volveré!
Estúpidos, estúpidos.
El sí que me ha querido,
yo soy quien le ha engañado,
yo soy quien le ha dejado:
eso es lo que nunca nadie sabrá.
 
(Versión en español cantada por Ornella Vanoni también en 1974)
 
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario