lunes, 22 de junio de 2009

El peligro de escribir y publicarlo


Harry Nicolaides encarcelado en Bangkok

El novelista cuando vivía feliz en Tailandia

Ni los barrotes pueden impedir expresarse a un verdadero escritor


El escritor australiano de 42 años y origen grecochipriota Harry Nicolaides financió de su propio bolsillo en el año 2005 la novela Verosimilitud, de la que sólo vendió siete copias. El 31 de agosto de 2008 fue detenido en el aeropuerto de Bangkok y encarcelado para cumplir una condena de tres años de prisión por haber difamado a la monarquía tailandesa. Afortunadamente, sólo cumplió seis meses de cárcel. El 21 de febrero de 2009, tras declararse culpable, obtuvo el indulto real y pudo regresar a Melbourne. He aquí el breve pasaje por el que lo condenaron:

"Desde el rey Rama hasta el príncipe aspirante a la corona, la familia real ha sido renombrada por sus románticos enredos e intrigas. El príncipe tenía muchas esposas de primer y segundo rango con una camarilla de concubinas para entretenerse. Una de sus recientes esposas fue enviada al exilio con la familia entera, incluyendo un hijo que habían concebido juntos, por cometer una indiscreción de la que no se ha revelado el contenido. Posteriormente, el príncipe se volvió a casar con otra mujer y tuvo otro hijo. Se rumoreaba que si el príncipe se llegara a enamorar de alguna de sus esposas de categoría inferior y le traicionara, ella y su familia desaparecerían con su nombre, linaje y todos los vestigios de su existencia, que además serían borrados para siempre."

Portada del libro autoeditado por el autor


Justo antes de tomar el avión que le llevaría de vuelta a su tierra, le dieron la noticia de que su madre había sufrido dos infartos sucesivos y como consecuencia había perdido el habla. Ahora el escritor, genio y figura hasta la sepultura, planea escribir sobre la odisea que ha padecido. Como la mezquindad y la maldad van juntas (a menudo de la mano de la estulticia), hay quien se ha atrevido a señalar que Nicolaides incluyó ese párrafo a sabiendas de que causaría polémica para obtener notoriedad y lograr así que una editorial se fijase en su novela y la publicase. De modo que ya tenemos a un héroe no sólo apaleado (es decir, privado de libertad), sino encima víctima de la difamación. Si personas tan miserables, como las que le critican a pesar de lo que ha sufrido, son las destinatarias de los desvelos de los escritores, comprenderán que personalmente las desprecie como lo que son: una insufrible chusma.


Harry Nicolaides (Australia, 1967) al fin libre

2 comentarios:

  1. ...estimado amgigo andres ,estuve en la expo de zaragoza y entre en elpabellos de tailandia , es curioso el oro aparente con marcados tintes de fastuosodad , iluminaba el rincon con gran intensidad....bueno ya sabes escribir es un riesgo ...desde mis horas rotas, te doy la enhorabuena por tu blog....un fuerte abrazo...jose ramon...---

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  2. ...la saudade de pessoa la llevo siempre dentro de mi como ,prte que me toca cada vez que releo y recorro como tu sus caminos llenos de paz y sensibilidad....saludos de nuevo a tu poesia y tierno desvan...jose ramon...---

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