CONVICCIÓN LITERARIA
Si no repito a los otros, me repito a mí mismo.
Quizá yo no sea otra cosa que una repetición.
Jorge Luis Borges
No tiene ningún sentido escribir de nuevo.
Mejor sería traducir los jeroglíficos
antiquísimos del Nilo, estudiar el arte
de los sabios etruscos, releer a Virgilio.
Borges supo de la persecución truculenta
que los druidas, sacerdotes celtas, padecieron
juzgados por el nuevo poder del cristianismo.
De nada vale añadir letras a las páginas,
más páginas a los libros, más libros a las bibliotecas.
El inmortal argentino hizo todo lo que hubiera
querido haber hecho. Me veo en su ejemplo esquivo,
rehusando el mundo en una pequeña habitación
y un escritorio de roble, rezando el padrenuestro
en una destartalada iglesia al norte de Escocia
en inglés antiguo. La misma oración que por las noches
musitaba al reposar en su cuarto de Buenos Aires.
No pretendo fama ni reproches. El silencio del polvo
del siroco y las plagas de langosta son preferibles.
El éxito es un espejo que inexorable te repite.
Sería mejor huir y cultivar el arte del mutismo.
Si luego nadie quiere a nadie no sé por qué he caído
yo también en este ritmo frenético de promociones.
Publicar es impudicia: desnudarse a los curiosos.
Recibir premios es una exacerbación de la codicia.
Buscar aplicados lectores es suplicar que te escuchen,
pero nadie oye a nadie, nadie te ama como a ti mismo,
a nadie le importas nada. Tú escribe, sí, margulla
como un buceador ciego dentro del agua sin oxígeno.
Engríete, créete la magia de la literatura.
Viértete. ¡Pobre iluso baldío! No eres nada.
Todo está dicho. ¿A quién se lo vas a repetir de nuevo?
¿A quien le parezca oírlo por primera vez, al ignorante?
Déjalo todo. Ocúltate. Tan sólo lee para ti mismo.
(De mi libro Breviario de fervores y rechazos, Madrid, Edición Personal, 2006)
Tumba en el Cimetière de Plainpalais en Genève (Ginebra)
donde descansan los restos del escritor más admirable del mundo
JORGE LUIS BORGES
(Buenos Aires, 1899 - Ginebra, 1986)
(La lápida reproduce un antiguo escudo en el que aparecen varios guerreros, tres de ellos con las espadas rotas, y debajo el verso veintiuno de la "Batalla de Maldon", el primer texto anglosajón de la literatura inglesa, que vendría a significar: "...Y no temas.")
Buenas noches Andres, agradecerle la "visita" a Susana y regalarme ese placer que es leer sus post, donde el texto y la imagen compiten en belleza.
ResponderEliminarDulces sueños
Una mujer
Soy yo quien está agradecido por tanta amabilidad que no merezco.
ResponderEliminar