lunes, 14 de diciembre de 2009

El poeta al que siempre amenazó el olvido


Saulo Torón Navarro
(Telde, 1885 - Las Palmas de Gran Canaria, 1974)

Mi verso es el sereno manantial de mi vida
donde fluyen acordes todas mis emociones;
cada emoción que pasa deja una estrofa urdida
con el lino invisible de las meditaciones.

El placer fugitivo que se esfuma en la hora,
el dolor del presente y el fracaso de ayer;
y la angustia infinita del corazón que llora
por el perdido encanto que ya no ha de volver.

* * *


Al dejarte, vivienda de mi antiguo respeto,
donde pasé los años más puros de mi vida,
quiero, como homenaje de cordial despedida,
ofrendarte el divino tributo de un soneto.

Bajo la paz augusta de tus viejos maderos
surgió, como un milagro, mi juventud en flor;
en ti soñé las gracias de mi primer amor,
en ti labré el tesoro de mis versos primeros.

Tú guardas en silencio todo el pasado mío;
tu barro es carne mía, que hoy tirita de frío
en este lento viaje hacia la senectud...

Por eso, aunque te deje desolada y desierta,
vendré todas las noches a llamar a tu puerta,
¡a ver si me responde dentro mi juventud!

* * *


LOS BANCOS DEL PASEO
(FRAGMENTO)

Ellos saben y callan,
¡oh, si hablaran los bancos algún día!
e indiferentemente
miran morir el sol tras la colina.
Ellos saben de todas las cosas de la vida:
de diálogos vulgares, de manos atrevidas,
de promesas de amor muy quedamente dichas;
de reflexiones graves, del hombre que medita
bajo la fronda espesa cuando la luz declina;
del desplome indolente, del hambre y la fatiga
que sufre el paria errante sin hogar ni familia;
de dolencias incómodas, de piernas paralíticas
que se extienden al sol buscando su caricia;
de sorpresas nocturnas, de misteriosas citas,
de suspiros y quejas, de tímidas sonrisas
en las predilecciones y las coqueterías.

* * *

"Drunk man"
Acuarela de la artista turca Atanur Dogan


EL BORRACHO DEL BARRIO
(FRAGMENTO)

Rodeado de un enjambre
de chicuelos traviesos,
el borracho del barrio (el más borracho)
porfiado avanza con andar grotesco.

Gesticula y acciona entre alegre y colérico,
y después se sonríe desdeñoso
como un señor despreciativo y serio.

Los chicuelos le tiran
unos del traje, otros del sombrero;
él manotea airado,
y todos huyen con bullicio y miedo.

(...)

¡Pobre borracho loco,
despojo absurdo, trágico y grotesco,
que tu vida malgastas
para que en mofas te lo pague el pueblo!

Borracho empedernido,
casi estoy por llamarte compañero.
Tú te embriagas de vino,
yo me embriago de ensueño
y, como a ti, algunos me saludan
entre ceremoniosos y burlescos.

Somos dos pobres hombres,
dos risibles muñecos,
que en muchas cosas que quizá tú ignoras
acaso estamos de perfecto acuerdo.

* * *


CONFORMIDAD DE LA POBREZA

El día último de mes es para
los que morimos víctimas de un salario modesto,
un día alegre y trágico, dividido en tres glosas:
cobrar, pagar, y luego... quedarnos sin un céntimo.

¡Señor, qué vivir más triste éste de tu pobreza;
qué vivir más amargo, qué vivir más acerbo!
Pero, ¡ah!, que por encima de los montes cercanos
está lírica y amplia la ilusión de los cielos!

* * *


LOS VIAJES DISCRETOS

Yo voy siempre en tercera, como el poeta amado
de la melancolía y el sueño maduro
(el intelecto elige los lugares discretos)
y de este modo el daño de la etiqueta eludo.

Me repugnan las testas con olor a cosmético;
las carcajadas graves de los hombres barbudos;
las palabras sonoras de la gente ilustrada
y el discreteo estúpido de una pareja al uso.

De este modo, mi vida es más diáfana y seria;
de este modo, mi ensueño es más lírico y puro.
Fue en vagón de tercera donde vine a la vida
y en tercera prosigo mi vagar taciturno.

* * *


La hora del Ángelus. El oro en las cumbres,
la paz sobre el diáfano azul del Atlántico,
en el cielo la estrella primera
que, indecisa, esplende su claror romántico...
Y en el alma el deseo infantil
de tender el vuelo y perderse en la luz del ocaso...

* * *

"Apocalipsis"
Jorge Leal García
(Las Palmas de Gran Canaria, 1972)


LA CIUDAD EN RUINAS
(FRAGMENTO)

Todo rodeado de un vago misterio,
todo bajo un frío manto de tristeza...
la ciudad parece como un cementerio
donde yace inerte la naturaleza.

* * *

"Mujer desnuda"
Edward Hopper
(Nyack, 1882 - Nueva York, 1967)

Tristezas de las cosas
aburrimiento, hastío...
el mismo mar, el mismo cielo... el aire
igual que siempre... y todo sin sentido.

* * *

¡Oh, la monotonía del vivir cotidiano!
Ciego girar en torno de una rueda ilusoria;
siempre las mismas tierras tras del mismo océano,
siempre los mismos hechos para la misma historia.

* * *


PLAYA DE LAS CANTERAS

Playa de Las Canteras en la paz del verano:
un cielo transparente cubierto de zafir
y un mar cuyo horizonte orla el Teide lejano
que en un lecho de arena se recuesta a dormir.

De vez en cuando un vuelo pausado de gaviotas
se eleva, como un triunfo, sobre el azul del mar,
y surca un transatlántico las distancias remotas,
reflejando en sus mástiles la irradiación solar.

Un hálito de brisa se extiende mansamente
sobre las aguas, cuando la tarde lentamente
el cielo va tiñendo de un rojo bermellón.

Y surge, allá, a lo lejos, donde la luz declina,
la gallarda silueta de una vela latina
que avanza silenciosa como una aparición.

(Poemas del libro titulado Las monedas de cobre escrito por Saulo Torón y editado en la Imprenta Clásica Española de la Glorieta de Chamberí, Madrid, allá por el año 1919)

Atardecer en Las Canteras con el Teide al fondo

1 comentario:

  1. Veo que hoy nos trae usted versos de su tierra canaria, monsieur. Me ha gustado la sencillez y la facilidad con la que comunica.

    Feliz martes, monsieur Andres

    Bisous

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