jueves, 3 de diciembre de 2009

La canción que hacía llorar al rey del rock & roll


Elvis Aaron Presley
(Tupelo, Mississippi, 1935 - Memphis, Tennessee, 1977)

THE GREEN, GREEN GRASS OF HOME

The old home town looks the same
as I step down from the train now,
and there to meet me
is my Mama and Papa.

Down the road I look
and there runs Mary,
hair of gold and lips like cherries.
It's good to touch the green,
green grass of home.

"Water garden"
Susan Rineheart
(Murnau, Alemania, 1949)

Yes, they'll all come to meet me,
arms reaching, smiling sweetly.
It's good to touch the green,
green grass of home.


The old house still standing
though the paint is cracked and dry,
and there's that old oak tree
that I used to play on.

Down the lane I walk
with my sweet Mary,
hair of gold and lips like cherries.
It's good to touch the green,
green grass of home.


Then I awake and look around me
at four grey walls that surround me
and I realize, yes, I was only dreaming.
For there's a guard
and there's a sad old padre
arm in arm we'll walk at daybreak.
Again I'll touch the green,
green grass of home.


Yes, they'll all come to see me
in the shade of that old oak tree
as they lay me neath the green,
green grass of home.

(Canción de estilo country compuesta por Claude "Curly" Putman y grabada por el cantante Tom Jones en 1966)

Gladys, Elvis y Vernon Presley

AQUEL ESPLENDOR DEL HOGAR PATERNO

La vieja casa de campo
en las afueras del pueblo donde me crié
parece la misma
a medida que me voy aproximando
desde la estación de tren,
cuando a lo lejos veo agitar las manos
con que me reciben mis padres
llenos de júbilo.


Avanzando por el sendero de vuelta a casa
trato de distinguir quién corre contenta
para saludarme y es mi hermana Mary
con su cabellera rubia y sus labios de cereza.


Respiro hondo y me siento reconfortado
porque noto que es bueno volver al hogar
y aspirar el olor de las flores de la entrada,
como hacía cuando era un niño
que sólo quería jugar.

"Vereda del jardín en Giverny"
Claude-Oscar Monet
(París, 1840 - Giverny, 1926)

Mi hermana y mis padres acuden presurosos
con los brazos abiertos y una sonrisa franca.
Me quedo paralizado de la emoción y pienso
en lo grato que es volver a sentir el calor hogareño.


La casona antigua todavía se sostiene en pie
aunque la pintura está descolorida y cuarteándose.
Aún resiste erguido junto a mi ventana el viejo roble
al que me subía y en el que me gustaba columpiarme.


Cruzando la verja del jardín voy entrando despacio
con mi hermanita Mary cogida entre mis brazos.
Le acaricio los cabellos dorados
y me hace feliz la sonrisa sincera
que se dibuja en las fresas de sus labios.
Mientras la pongo a horcajadas sobre mi espalda
voy pensando en lo dulce que es volver al hogar
como si nunca me hubiera marchado.


Entonces despierto en la celda de un presidio,
miro a las cuatro paredes grises que me circundan
y me doy cuenta de que todo era un sueño.
Gracias a Dios, todavía me queda
la posibilidad de pedir un último deseo.
Un anciano confesor y el carcelero
me llevarán al amanecer esposado
para que pueda volver a ver
aquel esplendor sobre la hierba
en el vergel del hogar paterno.


Sé que cuando lo haga mis padres y mi hermana
a recibirme alborozados volverán corriendo
bajo la fresca sombra del roble centenario
como siempre que regresaba a casa solían hacerlo.

Elvis quiso grabar esta canción nada más escucharla en la radio

1 comentario:

  1. Para eso hay que atar una cinta amarilla en torno al viejo roble, o eso dice la tradicion, no es asi?

    Feliz fin de semana ya, monsieur Andres

    Bisous

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