miércoles, 17 de marzo de 2010

El gato salvaje al que un dios convirtió en hombre


DANIEL ALBERTO CARNEVALI
(Rosario, Argentina, 1946)

Morimos muchas veces antes de morir
porque se van muriendo antes que nosotros
todas las cosas que parecían perennes.


Wolf, Carnevali, Brindisi, Fernández y Morete

Miro hacia el ayer y me entristece
comprender que no volverá a existir
un arquero de agilidad fulgurante,
un arácnido felino bajo los palos
y a ras del césped. Lo vi en el Mundial
de Alemania una noche de aguacero
encajar cuatro goles frente a Holanda,
y a pesar de todo ser el mejor portero
de cuantos concurrían en aquel momento.


Entrevistado tras un entrenamiento en el Estadio Insular

Era capaz de recuperarse después
de una gran estirada para volver
a detener un balón que se iba dentro.


Carnevali era electrizante y se movía con rabia

Parecía más que humano un replicante.



Se retorció los dedos con tantos despejes
y estiradas, blocajes y pisotones.


Casillas es un gato manso en comparación con Carnevali

No debería tener ningún hueso entero
a no ser que estuviese hecho de goma.


Daniel Alberto Carnevali en la actualidad

El tiempo, que a todos quita de en medio,
nunca debió sacarlo de la portería
donde defendió mejor que nadie el color
amarillo de nuestra Unión Deportiva:
el club que siempre renace de sus cenizas.


De pie: Martín, Tonono, Hernández, Castellano, Trona y Carnevali.
Agachados: Verde, Gilberto II, Fernández, Germán y Miguel Ángel.

UNIÓN DEPORTIVA LAS PALMAS

(1973 - 1974)

EL EQUIPO QUE HACÍA EL FÚTBOL DISFRUTABLE

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