viernes, 31 de diciembre de 2010

Dichosas fiestas bajo la rémora de los socialistas



NAVIDAD DEL MIEDO

El miedo le quita brillo a las luces, sofoca los villancicos, oscurece los escaparates y le da un sabor amargo al turrón. Ésta es la Navidad del miedo. Miedo a quedarse en el paro. A que los chavales no encuentren trabajo por mucho que estudien. A coger el coche por si acaso. A encontrar en el barrio otra tienda cerrada. A empobrecernos. A no cobrar la pensión cuando nos jubilemos. A comprar y a vender. Miedo a gastar lo que tenemos porque a lo mejor no es nuestro. Cualquiera se arriesga. No hace mucho casi nos obligaban a agotar la tarjeta de crédito y ahora resulta que estábamos gastando el dinero que no teníamos. Creíamos que era nuestro, pero sólo nos lo habían prestado. Vivíamos tan ricamente en la burbuja que el pinchazo está resultando muy doloroso.



Navidad del miedo. Miedo que no se nos va del cuerpo ni con el voluntarioso discurso del Rey, ni con la inmolación política de Zapatero, ni con la dudosa esperanza que nos promete Rajoy para cuando gobierne el PP. Un miedo que se esconde debajo del tapón de la botella de cava y entre las virutas de las cestas de Navidad. Hasta los escaparates dan miedo, abarrotados del lujo de aquella época tramposa en la que nadie nos avisó del peligro que corríamos. La crisis nos ha quitado la tontería de nuevos ricos de un soplamocos y ahora el miedo nos paraliza delante de las cosas que antes comprábamos sin mirar la etiqueta.



El miedo se contagia tan rápidamente como aquella gripe A que nunca existió. Fue otra burbuja. Nos volvimos locos, el Gobierno se gastó una pasta en comprar vacunas y después las ha tenido que destruir porque la enfermedad se evaporó como el dinero que nos prestaron los mercados y que gastamos como si fuera nuestro. Eso sí, los laboratorios que fabricaron la vacuna se hicieron de oro, como los especuladores que también dan mucho miedo porque son los bárbaros que presionan sobre nuestras fronteras para invadir la civilización del bienestar.


Iñaki Gabilondo
(José Ignacio Gabilondo Pujol)
(San Sebastián, 1942)
El senecto ventrílocuo megapijo del PSOE

Ése es otro miedo que también tenemos. El miedo a los bárbaros. Un miedo justificado porque la avanzadilla de la invasión ya se está colando por los cables de la red y de las televisiones. Resumiendo mucho, es el miedo a que Belén Esteban acabe siendo nombrada presidenta de la conferencia de rectores de las universidades españolas. Puede parecer una exageración, pero esta Navidad han llegado a España unos tíos muy listos y muy ricos que se dedican a lo mismo que Richard Gere en Pretty woman y han cerrado una cadena de noticias para sustituirla por 24 horas de Gran hermano. Una empresa de comunicación que cambia periodistas por ratas de laboratorio. Está pasando, lo estás viendo. Como para no tener miedo.

(Artículo de opinión escrito por la periodista Lucía Méndez y publicado en el diario "El Mundo" el jueves, 30 de diciembre de 2010)


Lucía Méndez
(Palacios de Sanabria, Zamora, 1960)

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