Esta producción costó 100 millones de dólares,
pero por fortuna consiguió recaudar 425.368.238
DJANGO UNCHAINED
(DJANGO DESENCADENADO)
(2012)
Quentin Tarantino se desquita de las acusaciones de
racista que había recibido por el lenguaje empleado en anteriores películas con
este wéstern donde manifiesta la extrema crueldad de los esclavistas blancos
del sur en los Estados Unidos antes de la Guerra de Secesión (1861-1865). Nos
lleva hasta Texas, alrededor de 1858, inventándose un personaje que será héroe
y mártir vengador de tanto sufrimiento y humillación. El guion, escrito por el
propio director, fue premiado con el Globo de Oro, el BAFTA (British Academy of
Film and Television Arts) y el Oscar.
Leonardo DiCaprio
(Los Ángeles, California, 1974)
Vuelve a demostrar que es un actor del Olimpo de Hollywood
El único pero que podría
objetársele a este film es su tendencia exagerada hacia lo caricaturesco, y por
ende, resultando un poco infantil. Los malvados hombres blancos al final
resulta que pecan de ingenuos al ir cayendo como moscas mientras Django sale de
todas las escaramuzas disparando a troche y moche sin que nadie acierte a darle
un tiro. Salvando este matiz peliculero, Tarantino ha hecho un monumento contra
el racismo sin ninguna duda. Y lo mejor de que este celuloide tienda a parecer
un cómic es que ofrece al espectador suficiente acción como para que sus 170
minutos de duración no le aburran.
Jamie Foxx
(Terrell, Texas, 1967)
Su personaje perdurará imborrable en nuestra memoria
Curiosamente, en lugar de obtener
galardones por su actuación un hombre negro, Jamie Foxx (Django), quien se
llevó el Globo de Oro, el BAFTA y el Oscar al mejor actor de reparto fue un
hombre blanco, Christoph Waltz (Dr. King Schultz). Y la verdad es que no hubo
segregacionismo en esta decisión, pues la fuerza con que dotó a su personaje el
actor austriaco es de una tensión mimética apabullante. Leonardo DiCaprio, en
el papel del esclavista terrateniente "Monsieur" Calvin J. Candie,
estuvo sencillamente estelar desde su misma aparición.
Samuel Leroy Jackson
(Washington D. C., 1948)
Un actor imprescindible y de talla inconmensurable
Del resto del elenco destacan
Samuel L. Jackson interpretando al criado Stephen, un “negro negrero”, o lo que
es lo mismo, un cómplice de los blancos en la inmisericorde explotación de los
negros como esclavos. Don Johnson en el rol de Spencer Gordon Bennett da la
impresión de quererse redimir de tantos papeles mediocres como tuvo que
interpretar en el pasado. Su presencia logra impactar en la pantalla con su
elegante traje blanco. Es increíble cómo, a pesar de los años, logra conservar
una belleza masculina similar a la de un león.
Cristoph Waltz
(Viena, Austria, 1956)
Un artista con una capacidad interpretativa arrolladora
Esta es la primera película de
Tarantino que no fue montada por la tristemente fallecida Sally Menke (Mineola,
Nueva York, 1953 – 2010, Bronson Canyon, Los Ángeles, California). En su lugar,
Fred Raskin hizo el montaje rayando a la misma altura. Tarantino realiza un interesante
cameo en el que se autoflagela haciéndose saltar por los aires debido a una
explosión de dinamita. El gran momento del film, aunque tiene varios, sucede
cuando en la banda sonora de la película hace acto de aparición un tema de Jim
Croce: “I’ve got a name”. Éste es uno de los momentos mágicos del cine que
pasarán a la historia porque, sí, Tarantino lo ha vuelto a conseguir otra vez,
ha logrado filmar otra obra maestra de las suyas, un monumento fílmico salido
de su inagotable caletre talentoso.
(Reseña escrita por Andrés González Déniz)
El gran cine siempre será posible
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