sábado, 21 de febrero de 2009

Antigua Europa, mi viejo amor


Castillo del rey loco Luis II de Baviera terminado en 1886
(Se encuentra cerca de Fussen y su estilo es neorromántico)
Se lo conoce por Neuschwastein ("nueva piedra del cisne")


Siempre cabe la posibilidad de que la vida te sorprenda con una gran canción. Estaba viendo el espectáculo de luces, música y color de la Gala Drag Queen celebrada en Las Palmas de Gran Canaria por televisión, cuando de pronto apareció una diva que tenía olvidada: Mónica Naranjo. Inesperadamente se puso a cantarle al lugar que por su historia y cultura me tiene fascinado: Europa. Con un estilo que me recordó a las cantantes de ópera y una voz que no tiene mucho que envidiar a la de Sarah Brightman. Increíble. Fantástico. Sobrenatural. No debería resultar extraño que Mónica Naranjo y Salvador Dalí hayan nacido en el mismo sitio. Los dos son gerundenses nativos de Figueras, una ciudad próxima a los acantilados caprichosos, retorcidos por la erosión del mar y el viento que circundan la costa catalana entre el pueblecito pesquero de Cadaqués y el de Port Bou, limítrofe con Francia, lugar donde huyendo de los nazis vino a quitarse la vida el escritor y filósofo Walter Benjamin. Hay una locura que transmite el viento de la tramontana y una absurda sensación de biología mórbida cuando te sientas sobre una roca en Cap de Creus para contemplar el mediterráneo. Allí se inspiró el genio de Dalí, allí se puede empezar a entender su rareza grandiosa. Y Mónica Naranjo con su contorsionismo histriónico y su exuberancia vocal no le va a la zaga ni desentona en absoluto.


Cadaqués

Cap de Creus

EUROPA


"Yo era la rosa laureada del sol: lluvia del vino, burbuja de amor.
Y mi palacio fue la juventud: cuando cantaba yo, soñabas tú.
Tuve la gloria, tuve tu devoción, y me sentí querida,
mimada por la vida, ciega de delirante ilusión.
Aria de amor. Mientras aplauden tras el telón,
en el ocaso muere el viejo Dios.
Aria de amor: una quimera, una canción,
que la victoria es grande y Europa grande, ay...
Grande el destino es hoy.

Yo era la vida de aquella nación, grandes teatros llenaba mi voz.
En el palacio tan hermoso ayer, la soledad y el mármol fue después.
La decadencia, la solución final, en tres mil banderas,
cruces y calaveras, símbolos de quimeras, te perderé.
Oigo las bombas, águilas de terror, y sueño en la basura
que huele a tu figura y me refugio en el alcohol.
Aria de amor: una quimera, una canción,
que la derrota es grande y Europa grande, ay...
Grandes al fin tú y yo."


Mónica Naranjo Carrasco (Figueras, 1974)


Al fin una canción inteligente y diferente, una canción con carga histórica, un homenaje a la vieja Europa, aunque vaya teñido de pasión amorosa y declive físico. Una melodía moderna gracias a los robóticos efectos sonoros y clásica por la interpretación de soprano que lleva a cabo Mónica Naranjo con los arreglos orquestales de Geoff Foster. Nada que ver con la simplona "Europe is living a celebration" que nos representó como si fuéramos un rebaño de analfabetos para vergüenza de propios y extraños en Eurovisión.


Los Alpes austríacos


Los Dolomitas italianos

El Matterhorn o Cervino, símbolo y pináculo europeo

1 comentario:

  1. la verdad que esta chica tiene mucho misterio,a veces creo que es una cantante muy diferente al resto,unica.

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