Este libro recoge tres entrevistas realizadas a Ernst Jünger en su vejez. El escritor alemán rondaba los cien años de edad y estaba en pleno uso de sus facultades. Las grandes pasiones de su vida fueron la literatura, la entomología, la botánica y los viajes.
Aunque Goebbels y Goering querían eliminarlo, Hitler dio la orden de no tocarlo seguramente por respeto a su participación como soldado en el frente francés, concretamente en el regimiento de fusileros "Prinz Albrecht von Preussen", desde 1914 hasta 1918. Para un hombre que alcanzó a vivir los 103 años, sorprende que en aquel entonces fuera herido hasta en siete ocasiones. La muerte ronda siempre montando guardia, pero a veces se duerme en alguna de sus garitas de vigilancia.
Cometa Halley
Oswald Spengler (Blankenburg, 1880 - Munich, 1936)
13 de abril de 1912: el Titanic se cruza con los primeros icebergs sobre el Atlántico
El naufragio del Titanic en 1912 fue una advertencia a la fe ciega en la tecnología, un contrapunto al horizonte feliz que la ciencia dibujaba. En efecto, los accidentes son los que vienen a recordar a los hombres que no son dioses, que no son omnipotentes, que son falibles. Karl Marx dijo que ya no sería posible escribir una Ilíada después de la invención de la pólvora. En la actualidad vivimos en un mundo donde lo que cuenta son los actos y no el canto poético que se haga de los mismos. Por lo tanto, vivimos en una época donde está enterrada la lírica y con los medios audiovisuales la literatura retrocede volviendo a adquirir los tintes de la oralidad en que naciera. Basta leer la cantidad de basura que circula por Internet o fijarse en el destrozo lingüístico infligido al idioma en los mensajes enviados por teléfono móvil para cerciorarse de lo que está ocurriendo.
Noche del 14 de abril de 1912: el Titanic se hunde
Las imágenes implican una especie de alfabeto potente, directo y fácil, y a la articulación de imágenes de vídeo está sucumbiendo y empobreciéndose la mentalidad de los nuevos homo sapiens. Jünger nos ofrece otra máxima de su pensamiento que probablemente no sea suya, pero que sabe hacer propia: "Lo que es verdaderamente bello no puede no ser ético, y lo que es realmente ético no puede no ser bello". Hoy pululan instructores imbéciles que como el Pangloss de Voltaire creen y pregonan que este mundo modernizado es el más perfecto de los posibles. A pesar de que sondeos como el informe Pisa revelan el descalabro educativo de nefastas proporciones que padecemos, siguen erre que erre autoalabando sus métodos pedagógicos que sólo producen la peor clase de ignorantes: los que creen saber sin saber que no saben. A ver cuándo se enteran de que son instrumentos que el poder político utiliza para despersonalizar y manipular a los jóvenes que se están maleducando.
El Titanic en el fondo del mar (a 3 kms. de profundidad)
Jünger no cree en las discusiones ni en las polémicas porque en ellas no hay tono dialogante sino ruido. El siglo XXI en el que estamos el intelectual tendrá que aletargarse porque "los actos serán más importantes que la poesía que los canta y que el pensamiento que los refleja. Será una edad muy propicia para la técnica, pero desfavorable para el espíritu y la cultura". Efectivamente, en esa situación estamos, y por eso mismo considero la lectura apasionada y la escritura que de la reflexión se derive un acto de resistencia cívica, una rebelión individual contra la estandarización de la estupidez con la que desde los medios se pretende anularnos como seres pensantes con creatividad e iniciativa propia para que no interfiramos en las estratagemas de sus corrupciones.
ME ENCANTA LEERTE ,LA VERDAD QUE ES UN ORGULLO LEERTE.
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